martes, 27 de octubre de 2009

Origen del matrimonio

Cardenal Ricardo Mª Carles

19 de noviembre de 2008 en La Razón


Una de las causas no menores de la crisis de la cultura occidental es la crisis de algunos matrimonios. Situación que nos llega no solamente por nuevos factores actuales que invaden el ambiente, sino por leyes que desestructuran las familias.
Ya hace mucho que dijo un pensador que, si se quiere desestructurar la sociedad, hay que comenzar por hacerlo con la familia. Parece que en ello estamos. Pero en este momento es muy importante recordar las convicciones profundas del matrimonio, y, por supuesto, que el creyente no dude de esas convicciones.

Nuestras convicciones se apoyan en el modelo de matrimonio que Dios, al inicio, estableció. Emociona ver que, en presencia de la mujer, que acaba de ser creada y entregada a él por Dios no como servidora, sino como compañera, el hombre nace a la palabra. La primera palabra humana surge de esta confrontación: «He aquí esta vez el hueso de mis huesos y la carne de mi carne». La reconoce, a la vez semejante y no idéntica, la mujer vuelve al hombre humano abriéndolo, por la acogida de la diferencia y de la maravilla.

El hombre se hace hombre por la admiración que le hace salir de sí mismo para abrirse a la relación, a la comunión. En fin, el grito animal se hace palabra humana, casi oración. Ese gozo del primer hombre al recibir la mujer Dios lo supone permanente, no rechazable, pues añade: «Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre».
Dios fue creador desde que apareció el cosmos. Quiere alteridad y pone su alegría en hacer existir, suscitar frente a Él quien pueda ser de Él y con Él sin ser Él. Dios ha querido la creación para que llegue el hombre y hacer alianza con él. Y esta alianza nos pone en el camino de la revelación de un Dios que él mismo no es sino relación, Trinidad.

4 comentarios:

  1. Se habla de matrimonio, de la crisis por la que éste atraviesa, y se olvida fácilmente el origen del mismo, y su finalidad. Gracias por esta reflexión. Me encanta volver a entrar en tu página. Todavía tengo restos catarrales, pero ya van pasando. Un beso

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  2. El hombre dominaba todas las cosas de la creación, los animales, pero estaba solo. Me gusta imaginar a aquel hombre cuando vio a la mujer, quedó alucinado: "esta si es carne de...", se dio cuenta de que era complementaria, tenía lo que a él le faltaba (lo dejo porque hasta aquí iba en serio, pero se me va la vena de los roa prieto y ...)

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  3. Me encanta que seáis tan políticamente incorrectos.
    Saludos a todos.

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  4. Creo que la palabra matrimonio se inicia con matri que a mi ententender comprende dos palabras asociadas con la mujer que son MATER y MATRIZ, por lo que entiendo que Dios bajo ningún truco, artilugio o falsificación del hombre consibe un matrimonio sin la mujer. Es solamente un matrimonio entre el hombre y la mujer que puede generar AMOR porque Dios nos manda amar también lo desigual. Cosa que no sucede en otro tipo de matrimonio que nos quieren encajar sin la mujer, que no genera amor sino POSESIÓN.

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