viernes, 4 de abril de 2014

Como en el XX... en todas las cosas



La segunda mitad del siglo xx
era más pertinaz que una sequía
de los años cuarenta.

Tenían -¿como no?-las Cinco Vías
de Tomás, el inmenso aventurero,
tenían los ocasos de Granada, el acorde
de octubre en los hayedos de Zuriza,
tenían a Audrey Hepburn (y a Raquel Welch), tenían
el Cervino, Florencia,
la Sexta Sinfonía de Beethoven,
el cielo azul -que es cielo y es azul-,
el silencioso grito de un minuto cualquiera
de la Madre Teresa de Calcuta...

Tropezaban con Dios en cada cosa:
un niño: Dios; una gaviota: Dios;
una mujer que dice «yo también»:
Dios; un buen verso: Dios. Pero eran ciegos,
sordos, inexplicables, y negaron a Dios como quien niega
el mar o las manzanas.

Miguel d'Ors. 


4 comentarios:

  1. No hay más ciego que quien no quiere ver, y estamos en una época llena de ciegos de corazón y alma. Un abrazo

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  2. Qué maravilla de poema.

    Gracias. Un beso.

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    Respuestas
    1. Sí que lo es. Como todos los del autor.
      Gracias a ti por tu visita, amiga. Besos.

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