Llegaste en primavera, y en otoño - de modo imperceptible- te habías ido. No sé como he podido crecer sin ti. Dicen que nos parecemos. Y es que no saben que me dajaste tu brújula.
Te imagino con la mejor paleta, ahora que conoces la fuente del color. Por favor, píntame Su mirada y dile que me haga de faro.
Cuando nazca a la Vida, sal con Ella a buscarme al puerto.
Bellísimo
ResponderEliminar¡Cómo tú! :-))
ResponderEliminarEs precioso!! Cómo me alegro de haberlo leído.
ResponderEliminarUn beso y que se haga realidad
¡Gracias, Militos!
ResponderEliminarTan bello lo que escribes.....!!!
ResponderEliminarRecibe un abrazo
¡Gracias, Isabel! Bienvenida al blog.
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