domingo, 27 de diciembre de 2015

Juego de niños



Timoléon Marie Lobrichon (1831-1914)
Timoléon Marie Lobrichon (1831-1914)

Timoléon Marie Lobrichon (1831-1914): La juguetería


jueves, 15 de octubre de 2015

Oh hermosura que excedéis



¡Oh hermosura que excedéis 
a todas las hermosuras! 
Sin herir dolor hacéis, 
y sin dolor deshacéis, 
el amor de las criaturas. 

Oh ñudo que así juntáis 
dos cosas tan desiguales, 
no sé por qué os desatáis, 
pues atado fuerza dais 
a tener por bien los males. 

Juntáis quien no tiene ser 
con el Ser que no se acaba; 
sin acabar acabáis, s
in tener que amar amáis, 
engrandecéis nuestra nada.

Santa Teresa de Jesús.

lunes, 5 de octubre de 2015

Otoño



Esparce octubre, al blando movimiento
del sur, las hojas áureas y las rojas,
y, en la caída clara de sus hojas,
se lleva al infinito el pensamiento.

Qué noble paz en este alejamiento
de todo; oh prado bello que deshojas
tus flores; oh agua fría ya, que mojas
con tu cristal estremecido el viento! 




¡Encantamiento de oro! Cárcel pura,
en que el cuerpo, hecho alma, se enternece,
echado en el verdor de una colina!

En una decadencia de hermosura, 
la vida se desnuda, y resplandece 
la excelsitud de su verdad divina.

Juan Ramón Jiménez.



viernes, 18 de septiembre de 2015

Producto fresco



En diálogo con actores que fingieron ser potenciales compradores de órganos y tejidos, la Dra. Carolyn Westhoff, asesora médica senior de Planned Parenthood Federations of America (PPFA), señaló que «hemos estado trabajando con personas que quieren tejidos particulares», dijo, citando como ejemplos, «(tejido) cardiaco, o quieren ojos, o quieren (tejido) nervioso». 
«La gente quiere médulas espinales, me refiero a ese tipo de cosas. Ciertamente proveemos –oh, gónadas, Dios mío, gónadas (risas)–. Todo lo que proveemos es fresco», aseguró. 

CMP ha difundido desde mediados de julio los frutos de su investigación de dos años y medio a Planned Parenthood, la multinacional del aborto más grande del mundo. 

En el nuevo video de CMP, que recoge diferentes reuniones encubiertas con autoridades de Planned Parenthood, aparece también la directora nacional del Consorcio de Proveedores de Aborto (CAPS, por sus siglas en inglés) de Planned Parenthood, Deborah VanDerhei, profundamente interesada «sobre la remuneración» y en tener precaución para evitar titulares vergonzosos en la prensa. 


sábado, 22 de agosto de 2015

Cartas a María, IV

Francesco Maffei: Coronación de María


CARTAS A MARÍA, IV 
JESÚS, en la fiesta de Santa María Reina. 

Madre, mi dulce Madre: 

Leerás estas letras después de la fiesta. Hace una semana que te tenemos con nosotros. 
No imaginas el revuelo de hace unos días. Mientras Juan, Magdalena y los demás lloraban desconsolados, aquí esperábamos alborozados que se produjese el reencuentro. En el fondo, ellos saben que no les dejas solos, pero ya sabemos lo que duele la separación física de los que amamos. Pronto los tendremos a ellos también con nosotros. 

Mamá, si hubieses visto los nervios de todos mientras te esperábamos… Isaías ardía en impaciencia por conocer a la Niña que siglos antes de tu nacimiento anunció. 
Joaquín y Ana, los abuelos, sólo hablaban de volver a estrecharte entre sus brazos. El abuelo les cuenta a todos las virtudes de la niña de sus ojos. 
Y papá… José sólo sueña con su reina. Luego lo verás: ha construido un trono para ti que jamás un rey de la tierra pudo soñar. Gabriel le ayudó a cubrirlo de oro y piedras preciosas. 

Hay alguien que dice que pasará toda la eternidad venerándote más que nadie. Es Eva. Ya ves que la tienes ahí siempre, a tus pies. Dice que se sintió muy culpable cuando fue consciente de lo que hizo. Y yo le explico que Dios escribe derecho con renglones torcidos, que si no hubiera sido por ella, ni la Virgen ni yo estaríamos aquí. Que la omnipotencia divina se demuestra cuando pedís perdón después de meter la pata. Es entonces cuando dejamos a Dios que actúe como padre misericordioso.

Adán también está muy arrepentido: que si fue un cobarde, que si dejó sola a Eva, que si se escudó en que fue ella quien le dijo… Dice no se siente digno ni de mirarte. También tengo que explicarle lo mismo que a su mujer, y le aseguro que tú estás encantada de acogerlo como madre que eres y que sólo le dirás cosas buenas de él a Dios, como haces con todos tus hijos. 

Hemos pasado una semana revolucionados, entre la dicha infinita de tenerte por fin aquí, y los preparativos de tu coronación. Nos hemos ido turnando para distraerte y que sea una sorpresa. Pero conociéndote, estoy seguro de que has advertido que algo tramamos. ¡Qué difícil es engañar a una madre! Y menos a ti, que siempre ves hasta lo invisible. 

David lleva meses ensayando al coro de ángeles. Dios Padre le advirtió: “llega el momento” y se ha tomado muy en serio la dirección. Incluso ha compuesto los himnos en tu honor, con concierto de galaxias. Jamás se oirán en toda la creación melodías semejantes. También ha coregrafiado una danza de estrellas que mi Padre pondrá en movimiento justo después de depositar la corona (también obra de José) sobre tu cabeza. 

El Padre, ayudado por Ana, ha plantado un jardín de flores y plantas, ignotas en la tierra. ¿Creías que conocías todos los colores y los aromas? Pues prepárate a soñar. Todo es poco para la Reina y Señora de todo lo creado. 

Sabemos que lo tuyo es pasar desapercibida, y que tu gloria, es la gloria de Dios. Que sabes que lo más grande que podía pasarte en la vida es que Dios te pensase desde toda la eternidad como madre de su hijo. Pero por eso mismo, por servir por Amor al rey del universo con toda la humildad, generosidad y fidelidad del mundo, ha de ser así. ¿Cómo no iba a ser reina la madre del Príncipe del mundo?

Mamá, quedan unos instantes. Ahora te invitaré a dar un paseo, pero te llevaré al salón del trono, que aún no conoces, y estallará de júbilo toda la creación. Gracias, mamá, por tu “hágase”, que ha restablecido el orden del universo.

¿Lo oyes? Es Dios, que te dice: “Ven, serás coronada”.


Guido Reni

sábado, 15 de agosto de 2015

Cartas a María, III

Fernando Yáñez de la Almedina (1505-1537): Tránsito de la Virgen


III 

 PEDRO 

Mi madre, dulce madre, mi refugio: 

No quería pensar en que llegaría este momento, pero ya no hay vuelta atrás. El aplomo de Lucas y el misericordioso Juan nos dicen que estemos tranquilos, que pronto estaremos todos juntos. Y en el fondo lo sé, pero me hierve la sangre al pensar en mi vida sin ti.

Jesús quiso llamarme “roca”, pero yo no podía serlo sin ti, que eres mi fortaleza. Madre, me conociste impetuoso, hiperlocuaz, impaciente, “mete patas”, irreflexivo… y tú supiste con comprensión y cariño enseñarme a luchar por convertir mis defectos en virtudes. Tus ojos de Madre me veían audaz, verbilocuente, divertido… una joya en bruto. Me fuiste corrigiendo de modo inadvertido para mí. Si tu hijo quiso verme como roca, es por lo que tú hiciste en mi alma.

Siempre has estado ahí para mí, como si no tuvieses a nadie más que atender, como si fuese tu hijo único. Mi carácter primario me ha hecho meter la pata tantas veces… y cuando era consciente de lo que había dicho o hecho, tú consolabas mi pena, me hacías rectificar y me enseñaste a pedir perdón. 

En el momento más aciago de mi vida, me rescataste de la angustia. Fui capaz de negar a Jesús. Os dejé solos. Te dejé sola, con algunas mujeres y con Juan. El que se supone que debía estar ahí, en el momento más duro, abandonó. No supe estar a tu lado cuando pasabas por lo más duro que una madre puede pasar. Tu hijo, el hijo de Dios, tratado hasta la muerte como un criminal. Huí, tuve miedo, lo tiré todo por la borda y arrastré a los demás. Y cuando todo pasó, me buscaste, recompusiste mi alma. Yo lloraba como un niño pequeño entre tus brazos. Y tú sólo tenías palabras de aliento, a pesar de tener el corazón roto por el dolor. Me recordabas las palabras de Isaías: “No quebrará la caña cascada, ni apagará el pabilo humeante”. Dios perdona siempre, se trata de pedir perdón y recomenzar. Y gracias a ti, recomencé con más ímpetu. Ahora sé que nadie está perdido y que siempre es tiempo de volver a empezar.

Muchas veces te he manifestado mi asombro: ¿cómo es posible que Dios haya pensado en este bruto pescador como jefe de su rebaño? Y tú siempre dices que “Él escoge a los humildes para confundir a los sabios”. María, yo no soy sabio, sólo sé que quiero ser fiel y servir a Dios hasta mi último aliento. Paso horas recogido en oración porque si no, este pobre pecador sería incapaz de llevar a cabo su misión.

Madre, ¿cómo podré vivir sin ti? No dejes de guiarme cuando no estés en esta tierra, no me dejes nunca. No sé lo que me deparará el futuro, donde me llevarán las necesidades de mis hermanos, pero no me sueltes nunca de la mano. Sigue susurrándome el mejor modo de obrar para que todos vayan con Pedro, por ti, hacia Jesús.

Tu hijo que te necesita más que nunca, 
Pedro.

Arístides Artal: San Pedro. Retablo de la iglesia del Señor san José de Sevilla,




viernes, 14 de agosto de 2015

De un médico a su madre

El Greco: San Lucas evangelista


CARTAS A MARÍA

II 

LUCAS 

Mi señora: 
Al amanecer, Juan me hizo llamar. Anoche te encontrabas débil, te ayudé a recostarte y te ha velado toda la noche. Ojalá me hubiese hecho venir antes. Han estado aquí todos, y por fin he conseguido que se retirasen a comer algo y descansar. Tú estás dormida gracias al remedio que he te he preparado. Sabes que soy hombre de pocas palabras, reflexivo, y que lo mío es observar. Los otros hacen bromas a mi costa; será por deformación profesional, pero no puedo evitar tomar notas y hacer dibujos de lo que acontece, de lo que me contáis. Y así me tienes ante ti, escribiéndote cosas que a mi boca, por timidez o reserva, le cuesta pronunciar. 

María, tu vida en la tierra se apaga. Los chicos me miran suplicantes: “¡haz algo!”. Pero este pobre médico, poco puede hacer ya. Entiendo su impotencia, yo también me siento así, pero es ley de vida. El dolor es grande y cuesta aceptar que te vas, pero todos nos iremos. La buena nueva es que por ti ha entrado la salvación al mundo, y les recuerdo que pronto estaremos juntos de nuevo, contigo y con Jesús en la casa del Padre. Tú lo sabes, y no faltan tus palabras de consuelo hacia nosotros.

¿Me creerás si te digo que me iría contigo? Son tantas las ganas que tengo de conocer a tu hijo… Vine a ti, a vosotros, de la mano de Pablo desde mi Antioquía natal. La primera vez que aparecí en tu hogar, me acogiste como uno más y enseguida me sentí querido por todos. Pablo me hizo conocer una nueva perspectiva de la vida, que mi mente científica no era capaz de explicar, pero que daba sentido a todo. Me hablaba de Jesús, de ti, de el resto y comprendí las escrituras con una nueva luz. A través de Pablo, supe que Dios me quería para Él y no pude sino seguir sus pasos. ¡Ojalá los ojos de Jesús se hubiesen cruzado con los míos hace años! María, me duele la parte de mi vida que he vivido sin tu Hijo. Es verdad que ahora también me duelen mis miserias, pero sé que Él perdona siempre y que jamás se aparta de mi lado.

Sabes que no puedo evitar tener un cariño especial por Pablo, mi querido hermano, por mostrarme el camino hacia la vida eterna. Los viajes apostólicos y persecuciones que hemos sufrido juntos no han hecho sino unirnos más por amor a tu Hijo.

Pero tú, María, has sido tú quien me ha dado a conocer verdaderamente a Jesús. Tú siempre eres el camino para llegar a Él. Ahora se agolpan en mi mente tantos ratos que hemos pasado juntos. Si algo deseaba después de cada viaje era regresar a tu hogar. Siempre tu sonrisa, tu cariño, y adivinar que nos ocurría con solo mirarnos. Contigo nunca he necesitado dar muchas explicaciones, tú siempre te has adelantado a mis necesidades. Siempre la palabra acertada, ese detalle que sabes que podía hacerme sentir mejor y único.
Te decía que lo mío es la observación, pero tú me has enseñado a contemplar. El que observa, comprende. El que contempla, ama. Y por eso, tus ojos contemplativos de madre me han enseñado a querer. Me has descubierto lo que hay de bueno en cada uno y me has enseñado a disculpar.

María, ¿recuerdas nuestros paseos por el lago? Tú me hablabas de Jesús, de José, y yo tomaba notas y hacía dibujos, entre tus risas y observaciones: “el cabello más rizado, la barba más espesa, los ojos más redondos”… Y tú, a cambio, querías aprender las propiedades y los nombres en griego de las plantas, incluso me ayudabas a elaborar ungüentos, y lo hacías muy bien.

También me hablaste de ti, y de las cosas que guardabas en tu corazón. De aquel día, que te visitó el ángel, de tu “hágase”. De fiarte sin saber, de querer lo que Yavé quisiera. De José, el hombre fiel que más y mejor ha sabido querer. De la alegría de Jesús, de sus peripecias de niño. Y del inmenso dolor de entregárselo al Padre de aquel modo. Y me hablaste de perdón, porque incluso los que lo mataron juegan un papel en la historia de la redención. Y entonces, en mi mente, todo encajaba: toda la filosofía, toda la ciencia, la medicina adquiría su verdadero sentido, porque ni la ciencia ni la razón tienen sentido si no se dirigen a Dios.

Y en esta empresa sublime, yo soy el afortunado que ha comprendido el sentido de la vida y de la muerte de mano de la Madre del Hijo de Dios. Este pobre médico es afortunado, y sólo puedo gastar en mi vida en curar el cuerpo y el alma, que es lo más importante, transmitiendo la alegría de la salvación.

Te irás, mi señora, en unas pocas horas. Acuérdate de nosotros en el paraíso, como has hecho en la tierra. Que nunca dejes de enseñarnos a mirar con tus ojos, para contemplar a todos y todo cuanto nos rodea como lo ve Dios. Danos ojos de Madre como los tuyos.

Este pobre médico te suplica que seas tú el alivio y la salvación de mi alma.

Mi señora, este hijo tuyo que te venera, sólo te pide que seas tú quien me espere y me abra la puesta del paraíso, como un día me abriste la puerta de tu casa.
Lucas.

Simone Cantarini, 1648


jueves, 13 de agosto de 2015

Cartas a María, I

Hugo Van der Goes: Dormición de la Virgen, 1480.


CARTAS A MARÍA

 I 
 JUAN 

Madre, mirándote ahora, tendida en tu lecho, me parece mentira cómo ha pasado el tiempo. Dicen que yo era el discípulo que tu hijo amaba. Pero aunque los demás no lo sepan, también soy el que más amas tú. O quizá, con la perspectiva que me dan los años, me doy cuenta de esa capacidad que tenéis las madres para conseguir que cada hijo se sienta único y el más querido.

Siempre he pensado que conectábamos tanto porque teníamos en común el haberle dicho “Sí” a Dios a primera hora. Pronto te supiste elegida desde toda la eternidad, y algo así me ocurrió a mí. Por eso nunca dudé de mi llamada y me lancé a seguir a Jesús desde muy jovencito.

María, nos tienes aquí reunidos a los primeros seguidores de Jesús, a los que dejamos las redes y le seguimos. ¡Hemos vivido tantas cosas juntos! No imaginas cómo ansiaba volver a tu casa con Jesús después de tantos días por esos caminos hablando a las gentes de Dios. Regresar al hogar de Nazaret ha sido para mí la antesala del Cielo. Lo más parecido al paraíso. En este hogar sencillo se respiraba paz porque estabas tú, esperándonos como sólo sabe hacerlo una madre. Has sabido hacernos descansar. Nos escuchabas atentamente, te alegrabas cada vez que se nos unía más gente. También podía ver tu cara de dolor cuando recibías la noticia de que tu Jesús no era bien recibido en algún sitio. Ahora comprendo que esa era la espada que traspasaba tu alma.

Lo que más nos unió fue aquel día a los pies de la cruz. ¿Cómo no iba a estar allí, a tu lado?
Madre, yo no entendía nada. Miles de ideas se me agolpaban en la cabeza: ¿cómo es posible que yo hubiese entregado mi vida a un Dios, a un ideal, cuyo hijo pendía ahora de una cruz como un vil malhechor? ¿Y si todo había sido un fraude? Pero tu mirada, a pesar del infinito dolor, me transmitía esperanza. Tus ojos me pedían que esperase, que confiase, que renovase una vez más ese “fiat” que he venido repitiendo cada día de mi vida. Y me fié. Por ti me fié, por ti esperé. ¡Y vaya si tuvimos recompensa!
Las palabras agonizantes de Jesús aquel día me parecieron de lo más normal: “Mujer, ahí tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu Madre”. Jamás te hubiese dejado, María. Pienso que Jesús sólo quiso confirmar lo que debía hacer yo, y constatar esa herencia que ha dejado a toda la humanidad, que es el que seas la MADRE de todos nosotros.

Madre, siempre me he sentido un privilegiado. No me cabe duda de que nuestra lucha, y la sangre derramada por tu hijo va a dar frutos de eternidad. Sé que esta siembra de amor durará mientras haya hombres en la tierra. Pero el Altísimo quiso contarme entre los primeros. Por ti ha entrado la salvación al mundo, y no sabes cómo me sobrepasa el estar viviendo contigo. Serán millones los que en un futuro te llamarán Madre, pero soy yo quien está en tu casa. Los demás me dicen que soy afortunado por poder cuidarte. Incluso ahora, en estos momentos de dolor en que es inminente tu partida al Cielo, me miran con envidia. Yo, un humilde pescador, cuyo único mérito ha sido seguir a tu hijo desde mi adolescencia, desde el instante en que noté que posaba sobre mí su mirada. Madre, daría mil vidas que tuviese por volver a estar en este hogar contigo. ¿Cómo podré pagar a Dios todo el bien que me ha hecho?

Eres la mujer eucarística, el primer sagrario. Esto se contará a lo largo de los siglos, pero soy yo quien está contigo. Sí, eres vaso sagrado. Y por eso Dios te quiere en cuerpo y alma en el Cielo. Quien llevó en su seno al Hijo de Dios, es lógico que vuelva al seno de Dios.

Cuando subas al Padre, le contaré a todos que no nos dejas solos, que podemos acudir a ti, incluso más que ahora: siempre. Y ahí estarás tú, contándole a Dios cosas bonitas de nosotros. Y nos seguirás mirando con mirada de Madre. Y que como hiciste conmigo, nos llevarás a todos de tu mano hacia tu hijo, siempre que no queramos soltarla. Especialmente a todos los que como tú y como yo quisieron que su libertad fuese decirle “Sí” a Dios desde primera hora.


Tu hijo, que te ama con locura,
Juan.

Paolo Veronese (1585-1587)


lunes, 3 de agosto de 2015

La muerte viaja en Lamborghini



Un video difundido por el Center for Medical Progress (CMP, Centro para el Progreso Médico), reveló que Planned Parenthood, la multinacional del aborto más grande del mundo, vende los órganos de los bebés abortados en sus instalaciones. 

En el video grabado de forma encubierta por actores que fingieron estar interesados en la compra de tejidos de bebés abortados, la doctora Deborah Nucatola, directora principal de Servicios Médicos de Planned Parenthood Federation of America, explicó cómo esta organización vende órganos de bebés abortados a una tarifa “razonable”. 
Los investigadores de CMP se presentaron a la reunión con Nucatola como parte de una “compañía de compra de tejido fetal”. 

De acuerdo a CMP, Deborah Nucatola ha supervisado la práctica médica en todas las instalaciones de Planned Parenthood desde 2009”, entrena “nuevos médicos abortistas de Planned Parenthood” y “realiza abortos ella misma en Planned Parenthood de Los Ángeles hasta las 24 semanas”. 

Nucatola admitió en el video que en Planned Parenthood “nos hemos vuelto muy buenos en sacar corazón, pulmón, hígado, porque sabemos eso, así que no voy a aplastar esa parte, voy básicamente a aplastar más abajo, voy a aplastar más encima, y voy a ver si puedo tenerlo todo intacto”. 

En un comunicado publicado el 14 de julio, Eric Ferrero, vicepresidente de comunicaciones de Planned Parenthood, defendió las declaraciones de Nucatola y aseguró que la organización “ayuda” a los pacientes que “quieren donar tejido para investigación científica, y lo hacemos como cualquier otro proveedor de salud de alta calidad lo hace, con total y apropiado consentimiento de los pacientes y bajo los más altos estándares éticos y legales”. Sin embargo, en el video, Nucatola dejó claro el carácter secreto de la venta de órganos en Planned Parenthood. En la organización, señaló, “hay directrices sobre investigación, pero no hay directrices sobre compra de tejidos”, y “nunca habrá directrices”. “Nada está escrito. No hay nada sobre piedra”, señaló. 

El vídeo es el primero por el Centro para el Progreso Médico en su serie "Capital Humano", un estudio de periodismo de investigación de casi 3 años de duración de la trata ilegal de Planned Parenthood de partes fetales de niños abortados. El líder de Proyecto David Daleiden señala: "la conspiración criminal de Planned Parenthood para hacer dinero con piezas de bebés abortados alcanza a los más altos niveles de su organización. Los funcionarios electos deben escuchar el clamor público contra Planned Parenthood, para parar este negocio tan bárbaro ".




En éste video, la Dra. Mary Gatter negocia con los supuestos compradores el precio al que se venderán los órganos de bebés abortados. “¿Por qué no comienzan diciéndome cuánto están acostumbrados a pagar?” Si bien enfatizó que “el dinero no es lo importante”, a continuación cuestionó a los potenciales compradores “¿en qué (cantidad) están pensando?”, pues “tiene que ser lo suficientemente grande para que valga la pena para mí”.

Al finalizar el encuentro, la Dra. Gatter sugirió que quizás los 100 dólares por órgano no es el mejor precio que podría aceptar. “Déjenme averiguar lo que otros están recibiendo, y si está en el promedio entonces está bien, si aún es algo bajo, entonces podemos aumentarlo. Quiero un Lamborghini”, aseguró.


viernes, 31 de julio de 2015

El piloto que desapareció una noche estrellada

31 de julio, aniversario de la muerte de Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito 


Por Chema Alejos en www.alfayomega.es

Aviador, aventurero, escritor, reportero, pintor… y añadiría filósofo, educador y buscador de la verdad: Antoine de Saint-Exupéry ha pasado a la historia como autor de El Principito, obra archiconocida que muchos citan y no tantos comprenden, quedando el resto de su producción literaria a la sombra. Toda su obra, más que páginas de aventuras de pilotos, es un manual para despertar y aprender a mirar lo esencial.  

En su biografía uno descubre a un hombre lleno de conflictos y al mismo tiempo a un auténtico genio. El origen de su tormento es la desproporción entre su deseo de bien, verdad y belleza y su incapacidad de plasmarlo en la vida. Busca en su interior aquel tiempo en el que la vida respondía al propio deseo y lo encuentra en su niñez: ojos sin prejuicios y abiertos al misterio. «Cuando era muchachito vivía yo en una antigua casa y la leyenda contaba que allí había un tesoro escondido. Sin duda, nadie supo descubrirlo y quizá nadie lo buscó. Pero encantaba toda la casa. Mi casa guardaba un secreto en el fondo del corazón». 

 No es accidental que un niño sea quien eduque la mirada al piloto que pinta elefantes dentro de boas: «He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos»

Esta máxima nos recuerda a otro francés, Pascal. «El corazón tiene razones que la razón no entiende». Pascal parece que opone corazón y razón, como si uno no entendiera al otro. En Saint-Exupéry el corazón es integrador. Marca el límite, la miopía de aquellos que no se abren a la realidad en su totalidad. Como la casa de su infancia que esconde un tesoro, la realidad guarda una esencia, una belleza, un sentido último. Hay que poner en juego la dimensión total del hombre, mirar con el corazón, para asomarse al misterio que envuelve el mundo. 

El hombre es un nudo de relaciones 

Para nuestro escritor la felicidad no radica en hacer, sino en ser. «Antes que hombre feliz, es preciso que sea hombre». ¿Qué es ser hombre? «El hombre es un nudo de relaciones». Lo que nos define son los vínculos con la realidad, que son invisibles. Por esto, «el hombre tarda mucho en nacer», nuestro «pasado entero es sólo nacimiento de hoy». Y lo que construye nuestra realidad humana es cómo nos relacionamos con el mundo. «Lo que causa tus sufrimientos más graves es lo mismo que te aporta tus alegrías más altas. Porque sufrimientos y alegrías son frutos de tus lazos». 

Estos lazos son los que nos hacen ser. Pero no sólo en las relaciones humanas, sino también los lazos que establecemos con los bienes materiales, con la tradición y los valores, con Dios o con el trabajo, cuyo sentido es la edificación del hombre en cuanto que ayuda a mantener y construir vínculos entre los demás. En su caso, crear y mantener los vínculos fue explícito por su labor como piloto postal.

«Únicamente seremos felices cuando cobremos conciencia de nuestro papel, incluso aunque nos corresponda el más oscuro. Únicamente entonces podremos vivir en paz y morir en paz, porque el que da sentido a la vida, da un sentido a la muerte». 

La última decisión de Saint-Exupéry fue consecuente con esto. Tomó conciencia de su papel en plena II Guerra Mundial y puso en juego todos sus dones para llevar a cabo su ideal, el sentido de su existencia. Como escritor quiso reconciliar a los franceses en su Carta al General X, y como piloto se alistó en el ejército aliado. 
El 31 de julio de 1944, con 43 años, siendo el más viejo de su escuadrón, fue asignado a una misión de reconocimiento del avance de tropas alemanas. Despegó de la base aérea de Córcega y nunca más regresó. Desapareció en una noche estrellada como aquel Principito que le devolvió el sentido de su existencia.


jueves, 23 de julio de 2015

Happy days


Afternoon fun



Amandiño 

 Amando, Amandiño, que eras de Corredoira, 
cómo vuelve esta noche, con qué mágica luz, 
aquel baño silvestre, y nuestras cabriolas 
desnudas por el prado salpicado de bostas, 
y aquella canción tuya, amigo agreste, bucanero de siete años 
-«Ay, ay, ay, bendito es el borracho»-, 
bajando por las hondas carballeiras 
desmedida, insistente y en pelotas. 
De aquel verano todo se ha perdido 
menos aquella hora 
maravillosamente sediciosa. 

 Después tú te quedaste por tu mundo, libre de calendarios; 
yo me adentré en el olor intacto de los nuevos libros. 
De ellos salía el camino que -cursos, gentes ciudades- 
me ha traído hasta esto. 

Y ahora que contemplo mi vida 
y me vienen ganas de darle una limosna,
le pregunto a los años 
qué habrá sido de ti, Amandiño, amigo de un verano; 

qué habrá sido de mí.

Miguel d'Ors


Cold feet

Happy days



The waters fine


martes, 21 de julio de 2015

Dignos por Él

Catecismo de la Iglesia Católica:

1702. La imagen divina está presente en todo hombre. Resplandece en la comunión de las personas a semejanza de la unidad de las personas divinas entre sí (cf. Capítulo segundo). 

1703. Dotada de un alma “espiritual e inmortal” (GS 14), la persona humana es la “única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma”(GS 24, 3). Desde su concepción está destinada a la bienaventuranza eterna.” 

1704. La persona humana participa de la luz y la fuerza del Espíritu divino. Por la razón es capaz de comprender el orden de las cosas establecido por el Creador. Por su voluntad es capaz de dirigirse por sí misma a su bien verdadero. Encuentra su perfección en la búsqueda y el amor de la verdad y del bien (cf GS 15, 2). 

1705. En virtud de su alma y de sus potencias espirituales de entendimiento y de voluntad, el hombre está dotado de libertad, “signo eminente de la imagen divina” (GS 17).

lunes, 13 de julio de 2015

Borges y un Ave María

(Autor: Pablo Caruso, en lagaceta.es).

Doña Leonor, madre de J.L. Borges:
 -"Hijo, ¿qué es eso que he oído por ahí, que eres agnóstico? 
¿De verdad dudas de la existencia de Dios?".

El escritor se percató de que sus dudas de fe hacían sufrir a la persona que más amaba, su madre. 

Alguien que conozco dice que la duda es la jactancia de los intelectuales. Supongo que lo pensó después de haber oído a Jorge Luis Borges, cuando alguna vez se le preguntaba sobre la vida después de la muerte.

Borges, al menos es lo que decía, dudaba de la trascendencia del hombre. La duda es uno de los nombres de la inteligencia. No afirmo ni niego, pero espero que el cielo exista, aunque nuestro lugar sea el infierno, respondía. Y se quedaba tan campante.

Eran frases de una personalidad magnética, brillante y contradictoria que hacían las delicias de los habitantes de ciertos cenáculos. ¿Y qué puede decirnos Borges sobre las drogas? ¿Probó alguna sustancia prohibida? Yo no bebo, no fumo, no escucho la radio, no me drogo, como poco. Yo diría que mis únicos vicios son El Quijote, La Divina Comedia y no incurrir en la lectura de Enrique Larreta ni de Benavente.

Ácido y ríspido. Los peronistas no son ni buenos ni malos, son incorregibles, decía en alguna ocasión, lo cual le trajo alguna humillación laboral. Así era Borges.
En algún momento, este genial escritor de la lengua castellana del siglo XX se percató de que algunas afirmaciones referentes a la fe hacían sufrir a la persona que más amó en este mundo: su madre.
Doña Leonor Acevedo era una dama dotada de un ingenio y una picardía —de la buena— que heredó y cultivó con entusiasmo su hijo. Él veneraba a su madre y sufría lo indecible cuando algo o alguien molestaba la tranquilidad de doña Leonor. Eran años de cobardes bombas y amenazas perturbadoras.

El teléfono sonó a horas angustiantes: “Te vamos a matar a vos y a tu hijo”, dijo la voz. Doña
"El alma de María". Méjico, s. XIX.
Leonor
, ya postrada, le dijo con toda tranquilidad: Vea señor, tengo más de 90 años y si no se apura en cumplir su amenaza, por ahí me muero antes. Y se quedó en paz.
Sin embargo, hubo una vez que el espíritu de doña Leonor se inquietó. Aunque lo sabía, escuchar de los labios de su hijo que se declaraba agnóstico hizo que su corazón le advirtiera de una amenaza mucho más letal que una bomba. La salvación eterna de su hijo la perturbaba. Tenía que hacer algo. Y lo hizo.

A veces, muy de vez en cuando, en el lugar y tiempo menos pensado, el escriba se encuentra una “estrella en el aljibe”, como decía un maestro de periodistas. No sé yo si éste es el caso, pero quiero contarlo. El que esto escribe fue a visitar a su anciano amigo sacerdote, cuyo corazón ya está muy gastado: apenas le quedan unos latidos y los utiliza para seguir rezando a fin de terminar el “buen combate”. "No estoy retirado", me aclaró.

Un sacerdote nunca se retira, sino que está junto con otros hermanos sacerdotes, en una casa muy acogedora, esperando impaciente ver el rostro de su Señor.
La sombra relajante del frondoso tilo hizo más fácil la deliciosa conversación o monólogo —en mi beneficio, claro está— de este hombre de Dios.

Tampoco sabría yo precisar por qué derivó la conversación hacia la madre del mundialmente celebrado escritor argentino. ¿Sabes?, me dijo mi amigo, "me gustaría que lo cuentes". "Hazlo con delicadeza, pero cuéntalo". Ella, doña Leonor, amaba a ese hijo y su primera preocupación era su alma, por tanto, rezó mucho por este asunto. Un día decidió sacar este tema. "Hijo, ¿qué es eso que he oído por ahí, que eres agnóstico? ¿De verdad dudas de la existencia de Dios?".
La directa pregunta de doña Leonor logró hacer tartamudear más de lo habitual al escritor, eterno candidato al premio Nobel de Literatura.
- "Lo que pasa, madre, es que el infierno y el paraíso me parecen desproporcionados. Los actos de los hombres no merecen tanto", respondió el autor del El Aleph.
Entonces, doña Leonor le tomó la mano y le susurró:
- "Prométeme que recitarás un Ave María todas las noches. Te pido que lo hagas cuando te retires a dormir. Hazlo, aunque yo no esté físicamente a tu lado, como si me dieras a mí el beso de las buenas noches".
- "Sabes, madre, yo creo que es mejor pensar que Dios no acepta sobornos".
Doña Leonor se quedó un rato en silencio.
- "Entonces, tengo que admitir que me has sobornado muchas veces". "Lo has hecho cuando me dabas un beso antes de pedirme algo que querías".
Borges sonrió.

Tiempo después, el escritor admitió a un amigo suyo que, por amor a su madre, nunca se había olvidado de recitar todas las noches esa sencilla oración mariana. Jorge Luis Borges murió en Ginebra el 14 de junio de 1986, a los 87 años. Ante la sorpresa de las pocas personas que le rodeaban en su lecho de muerte, pidió ver a un sacerdote católico. Así se hizo. Esto que hoy cuento ocurrió hace algunos años. Mi anciano amigo sacerdote nunca me dijo cuándo lo debía contar. Quiero hacerlo hoy y no sé por qué. Voces y caras extrañas vendrán seguramente a desmentirme… ¿Y qué?


sábado, 4 de julio de 2015

Tiempo de vals



Oda al vals sobre las olas

Viejo vals, estás vivo
latiendo
suavemente
no a la manera
de un corazón enterrado,
sino como el olor
de una planta profunda,
tal vez como el aroma
del olvido.

No conozco
los
signos de la música,
ni sus libros sagrados,
soy un
pobre poeta
de las calles
y sólo
vivo y muero
cuando
de los sonidos enlutados
emerge sobre un mar de madreselva
la miel
antigua,
el baile coronado
por un ramo celeste de palmeras.

¡Oh, por las enramadas,
en la arena
de aquella costa,
bajo aquella luna,
bailar contigo el vals
de las espumas
apretando tu talle
y a la sombra
del cielo y su navío
besar sobre tus párpados tus ojos
despertando
el rocío
dormido en el jazmín fosforescente!

¡Oh, vals de labios puros
entreabiertos
al vaivén
amoroso
de las olas,
oh corazón
antiguo levantado
en la nave
de la música, 
oh vals 
hecho 
de humo, 
de palomas, 
de nada, que vives 
sin embargo 
como una cuerda fina, 
indestructible, 
trenzada con 
recuerdos imprecisos, 
con soledad, con tierra, 
con jardines! 

¡Bailar contigo, amor, 
a la fragante 
luz 
de aquella luna, 
de aquella antigua 
luna, 
besar, besar tu frente 
mientras rueda 
aquella música 
sobre las olas!

Pablo Neruda



miércoles, 24 de junio de 2015

Suma de la perfección


Olvido de lo criado, 
memoria del Criador, 
atención a lo interior, 
y estarse amando al Amado.

San Juan de la Cruz.


jueves, 11 de junio de 2015

Érase un país



Érase un país, España, escenario de experimentos masónicos.
Érase un político español, Pedro Zerolo, en gran medida artífice de implantar y exportar esos experimentos al resto de Europa.
Dicen los que lo conocían que era buena persona, trabajador infatigable y de sonrisa imborrable.
Ojalá tuviésemos en este país muchos políticos que con ese empeño se dedicasen a trabajar por la institución familiar como columna vertebral de la sociedad; a defender el vínculo matrimonial entre el hombre y la mujer como base de la célula familiar; a defender y luchar por la vida desde su concepción; y a velar por la verdadera igualdad entre hombre y mujer, que radica en su dignidad.

Descanse en paz, señor Zerolo.


viernes, 5 de junio de 2015

Splendor veritatis



Tu rostro, que aparece -un relámpago- y que
desaparece. Muero buscando entre palabras
apagadas un ascua de verdad que ilumine
un instante ese rostro. Haberlo casi visto
-un reflejo en el río- y vivir solamente
para volver a verlo. Que aparece -un relámpago-
y que desaparece. Qué dolor y qué gozo
este mover palabras, materia que se cierra
con espesor de piedra sobre Tu luminosa
permanencia, o que logra un destello, o siquiera
nos permite ese leve temblor de Tu inminencia
bajo la piel de un verso. Es esto la poesía: 
buscar en las palabras, con las palabras, contra
las palabras Tu rostro, que aparece -un relámpago- 
y que desaparece.

Miguel d'Ors


miércoles, 27 de mayo de 2015

De un abril



Otra vez huele el bosque,
se ciernen las alondras, elevándose
con el cielo, que estaba pesado en nuestros hombros;
cierto es que se veía por las ramas el día
qué vacío que estaba;
pero tras de lluviosas tardes largas
vienen las horas nuevas,
soleadas de oro,
huyendo de las cuales, en fachadas lejanas,
todas las desgarradas
ventanas temerosas agitan sus batientes.
Luego se hace la calma. Hasta la lluvia
cae más queda en el brillo de la piedra, que en paz 
se ensombrece. Los ruidos enteros se agazapan en 
los fúlgidos brotes de las yemas. 

Rainer María Rilke. El libro de las imágenes (1902-1906).


sábado, 7 de febrero de 2015

A C. A. Debussy

Sonidos y perfumes, Claudio Aquiles,
giran al aire de la noche hermosa.
Tú sabes dónde yerra un son de rosa,
una fragancia rara de añafiles

con sordina, de crótalos sutiles
y luna de guitarras. Perezosa
tu orquesta, mariposa a mariposa,
hasta noventa te abren sus atriles.

Iberia, Andalucía, España en sueños,
lentas Granadas, frágiles Sevillas,
Giraldas tres por ocho, altas Comares.

Y metales en flor, celestes leños
elevan al nivel de las mejillas
lágrimas de claveles y azahares.

Gerardo Diego.


domingo, 25 de enero de 2015

Hoy, más aún

Se cuentan por miles los cristianos que en muchos países, como Nigeria, Pakistán, Siria..., están siendo perseguidos, expulsados de su tierra, -llegando incluso al martirio-, a causa de su FE. Estas noticias son ignoradas por los gran mayoría de los medios de comunicación. 

Quienes vivimos en países como España, no somos conscientes de la suerte que tenemos. Independientemente del relativismo imperante, nos resulta fácil acudir a recibir los sacramentos. Y si tienes la valentía de confesar que eres católico practicante y vivir como tal, como máximo serás carne de escarnio o te harán mobbing en el trabajo, en la universidad, en el instituto... Pero seguimos vivos.

Hoy, la Iglesia celebra la festividad de la Conversión de san Pablo, como colofón a la Semana de oración por la unidad de los cristianos.
Como expresión externa de unidad con nuestros hermanos persguidos, ha surgido la iniciativa de rezar en unión todo el mundo a las 21.00 de esta noche, y colocando una vela encendedia en alguna ventana de casa. Dede aquí nos unimos al acto.




lunes, 12 de enero de 2015

Cómo ser una "mala" madre

(Artículo original en inglés: 12 ways to be the meanest mom in the world de Megan Wallgren). 

Cuando tus hijos te dicen que eres “mala”, debes de tomarlo como un cumplido. No cedas a los caprichos de tus hijos, pueden pensar lo peor de ti ahora, pero te lo agradecerán más tarde. 

Una vez, después de ir de compras, salí de la tienda sin ceder a la rabieta de mi hija por una galleta. Una mujer me detuvo en el aparcamiento y me dijo que era la mejor madre en el centro comercial. Mi hija definitivamente no pensaba lo mismo. Cuando tus hijos te dicen “mala” tómalo como un cumplido. 

La nueva generación ha sido considerada la de los niños más perezosos, más groseros, menos limitados y sin restricciones en la historia. Las cosas que se dicen sobre los niños malcriados y consentidos asustan a la mejor de las madres. La verdad es que: la culpa no es solo de los niños, sino también de los padres. Lo más fácil en la vida es ceder a todos los caprichos de nuestros hijos. Después de todo, ¿acaso no todas queremos ser la mamá molona? 

No cedas a los caprichos, tus hijos pueden pensar lo peor de ti ahora, pero te lo agradecerán más tarde. 

Aquí hay 12 maneras para que te asegures de ser la madre más mala del mundo: 

1. Asegúrate de que tus hijos se acuesten a dormir a una hora razonable.

¿Habrá alguien que no haya oído hablar de la importancia de una buena noche de sueño para la salud de un niño? Se una madre responsable y manda a tu hijo a la cama a su hora. Nadie dijo que el niño deba desear irse a dormir. Puede resistirse al principio, pero con constancia, va a saber que estás hablando en serio. Después de darle un beso de buenas noches, saborea la paz que trae el silencio o disfruta de tiempo de calidad con tu pareja. 

2. No les sirvas postre a tus hijos todos los días.

Las golosinas deben guardarse para ocasiones que lo merezcan. Esto es lo que las hace especiales. Si solo cedes a las demandas de tu hijo y le das caramelos todo el tiempo, no va a poder apreciar el gesto cuando alguien le ofrezca un regalo dulce de recompensa. Además, piensa en todas las facturas del dentista y del médico que pueden resultar por el exceso de esta indulgencia. 

3. Hazles pagar por sus propias cosas. 

Si quieres algo, tienes que pagarlo. Esa es la forma en que funciona la vida de los adultos. Para asegurarte de que tus hijos no vivan contigo para siempre, es necesario enseñarles hoy que los aparatos electrónicos, videojuegos, salidas al cine, uniformes y equipos deportivos de los que tanto gozan SI tienen un precio. Si tienen que pagar por todo o por parte de ese costo, van a apreciarlos todavía más. También puedes evitar pagar por algo que tu hijo realmente no deseaba. Si él no está dispuesto a pagar la mitad que le corresponde es muy probable que no lo quiera tanto. 

4. No les facilites la vida 

Algunos niños tienen un despertar muy difícil cuando consiguen un trabajo y se dan cuenta de que las reglas en realidad sí se aplican a ellos. Tienen que llegar a tiempo y hacer lo que el jefe les pide. Y, (¡oh no!) habrá muchos aspectos del trabajo que ni siquiera les gustan. 
Si no te agrada el profesor de tu hijo, su compañero de laboratorio, la posición asignada en el campo de fútbol o la ubicación de la parada de autobús, evita la tentación de hacer un escándalo o de mover palancas con tus contactos hasta arreglar la situación a su preferencia. Haciendo esto le estarás robando a tu hijo la oportunidad de aprender o sacar algo bueno de una situación difícil. Enfrentar circunstancias no ideales es algo que tendrán que hacer la mayor parte de su vida adulta. Si los niños no aprenden a manejar y sobrellevar la situación, estarán encaminados al fracaso. 

5. Hazlos hacer cosas difíciles. 

No asumas control automáticamente cuando las cosas se ponen difíciles. Nada les da a tus hijos un mayor impulso de autoconfianza que tomar las riendas de la situación y superar algo difícil para ellos. 

6. Dales un reloj y un despertador.

A tu hija le irá mucho mejor si aprende la responsabilidad de administrar su propio tiempo. No siempre vas a estar ahí para recordarle que apague el televisor y que debe prepararse para salir y llegar a su compromiso a tiempo. 

7. No te preocupes por comprarles el último modelo.

Enséñales a tus hijos a sentir gratitud y satisfacción con las cosas que tienen. Si siempre se preocupan por obtener el móvil más caro y más nuevo estando pendiente de quién ya lo tiene, vivirán encadenados a la deuda y a la infelicidad. 

8. Déjalos saborear las pérdidas.

Si tu niño rompe un juguete, no lo reemplaces. Él aprenderá una valiosa lección sobre el cuidado de sus cosas. Si tu hijo se olvida de entregar la tarea a tiempo, deja que se saque la mala nota que le corresponde o que se arregle con su maestro con una tarea adicional para compensar el crédito perdido. Estás enseñando a tus hijos el concepto de la responsabilidad – acaso no quieres criar hijos responsables? Seguro que ellos te recuerdan de las cosas que se te olvidan a ti. 

9. Toma control de la tecnología que usan. 

Si todos los demás padres dejan a sus hijos saltar de un puente, ¿tú también lo permitirías? No dejes que tus hijos vean un programa de televisión o jueguen videojuegos que no son apropiados para su edad sólo porque todos sus amigos lo han hacen. Si adoptas una postura firme en la educación de tus hijos, otros tal vez seguirán tu ejemplo. Se una influencia positiva en sus compañeros. 

10. Enséñales a que se disculpen 

Si tu hijo hace algo mal, enséñale a aceptar y confesar el error y a enfrentar las consecuencias. No escondas la grosería, la falta de honradez o el bullying bajo la alfombra. Si te equivocas, da el ejemplo y come un bocado de tu merecida torta de humildad. 

11. Cuida sus modales.

Incluso los niños pequeños pueden aprender los conceptos básicos de cómo tratar a otro ser humano con respeto y dignidad. Al hacer de la cortesía un hábito, les estarás haciendo un favor enorme. Los buenos modales pueden llevarte bastante lejos en la vida. Bien dice el dicho: “Se atrapan más moscas con miel que con vinagre.” 

12. Hazlos que trabajen de forma gratuita. 

Ya sea ayudando a la abuela en el jardín o como tutor voluntario para los niños más pequeños, asegúrate de que el prestar servicio sea una parte importante de la vida de tus hijos. Esto les enseña a mirar más allá de sí mismos y a darse cuenta de que otras personas tienen necesidades y problemas, y estos son — a veces más graves que los suyos. 

Y aún con todo el tiempo que pasarás siendo “la mala”, no olvides elogiar, alentar y recompensar a tus hijos por su buen comportamiento. Y también asegúrate siempre de que ellos sepan que los amas. Con un poco de guía y constancia de sus padres, tus niños pueden cambiar la historia y hacer de su generación una que se conozca por su buena voluntad y como una esperanza para el mundo.