El blog Siete en familia nos propone cada día el nombre de un sacerdote para rezar por él. Es una iniciativa fantástica, porque necesitamos sacerdotes santos y fieles a su vocación. Rezar nominalmente por sacerdotes que no conocemos es alucinante. Es lo que se llama comunión de los santos.
Hoy reciben la ordenacón sacerdotal de manos del Obispo Prealado del Opus Dei don Javier Echevarría dos agregados del Opus Dei: don Diego Pérez y don José Ramón Alba, en el Santuario de Torreciudad.
Los encomendamos a la Virgen de Torreciudad para que sean fieles a su camino y lleven muchas almas al Cielo.
Hoy reciben la ordenacón sacerdotal de manos del Obispo Prealado del Opus Dei don Javier Echevarría dos agregados del Opus Dei: don Diego Pérez y don José Ramón Alba, en el Santuario de Torreciudad.
Los encomendamos a la Virgen de Torreciudad para que sean fieles a su camino y lleven muchas almas al Cielo.
Cada ordenació es un regalo pra la Iglesia. La última a la que asistí fué a la de mi hermano hace 18 años. Que ceremonia tan hermosa. Yo no puedo evitar emocionarme en ella. Recemos por los nuevos presbíteros. Mishijas y esposa van al encuentro de las familias este finde. Un abrazo y gracias de nuevo por promcionar el blog. Tú ganito a granito, menudo apostolado haces.
ResponderEliminarÁngel, menuda suertaza tener un hermano sacerdote. ¡Eso sí que es una bencición para una familia! Y qué suerte tienen tus chicas al ir a Torreciudad. Yo hace tres años que no voy, y ya me gustaría poder ir al encuentro de las familias, pero no puede ser.
ResponderEliminarTu blog no necestia promoción, se vende solo, porque es muy bueno.
¡Aupa!
Guerrera de la luz, gracias por tus palabras y bienvenida al blog. Yo también viví en el Quartier Latin en mi época universitaria, en la rue des Ecoles. No me extraña que lo eches de menos. Siempre que vuelvo a París, intento alojarme en algún hotel del quartier. Tengo muy buenos recuerdos.
ResponderEliminar¡Gracias por unirte a la oración por los sacerdotes!
Un abrazo.
Me uno...me hace mucha ilusión.
ResponderEliminarY a mí que te unas, Inés.
ResponderEliminarUn abrazo.