martes, 24 de abril de 2012

Cuadri tampoco se esconde

(Fuente: Pablo J. Ginés en forumlibertas.com)

Antonio Cuadri, andaluz afincado en Madrid, fue el creador y guionista de la serie de televisión «Al salir de clase» (era diaria, emitió más de mil capítulos y en ella se formaron decenas de actores de la televisión actual) y director de «Las noticias del guiñol», de «Lo+Plus», «Desesperado Club Social» y de varios capítulos de «Cuéntame». Tiene en su haber cuatro premios Ondas de televisión.

Hace un año y medio se embarcó en un proceso de reflexión espiritual y vivencial que le ha devuelto a la fe católica y a la Iglesia. Este lunes 23 de abril presenta en los cines Callao de Madrid su corto "Hay Mucha Gente Buena", que también puede verse en internet, en www.haymuchagentebuena.es. Cuadri nos explica lo que le ha movido en su itinerario espiritual y su visión actual del arte y la sociedad.

- ¿Cómo empezó este viaje espiritual?

- Hace un año y medio me reencontré con un amigo, Patricio Gómez, que llevaba 20 años sin ver. Él había estado muchos años en Costa Rica. Patricio era un hombre formado en el materialismo dialéctico marxista, pero en Costa Rica se zambulló en la fe, guiado por el ejemplo de un señor de allí llamado don Michael. Este señor Michael no era cura, sino un laico, propietario de unas tierras, pero a Patricio le causó un hondo impacto por su fe. Recuperamos nuestra relación, muy estrecha. y Patricio me invitó a participar en la JMJ, a colaborar con Radio María, en las retransmisiones.

- ¿La JMJ le acercó a la fe?

- Bueno, cuando Benedicto XVI, en El Escorial, habló de “el eclipse de la fe” que vive hoy Occidente, me pareció muy profundo: dice mucho en pocas palabras. Sí, un eclipse es una zona de oscuridad… pero esta oscuridad termina, tarde o tenprano, y vuelve el sol: el Astro Rey siempre resplandece. Ahí estamos hoy.

- ¿Y qué tiene que ver su camino espiritual con Radio María?

- En Radio María, donde Patricio hacía un poco de todo, conocí gente muy comprometida, generosa, auténtica, abierta de corazón. Y sentí que yo quería hacer algo, colaborar con algún audiovisual. Quería hacer “algo útil” para Radio María, era como un llamado, una intuición. Y se lo dije a su responsable, el padre Esteban Munilla. Él me puso en contacto con el programa “Hay mucha gente buena”, el magazín de los viernes. Y decidí contar algunas de sus historias. El resultado es un corto de 18 minutos. Es una historia en clave de comedia, humor, sobre una lucha contrarreloj, sobre tantos voluntarios en esta radio tan especial. ¡Su entrega, desde el principio, me impactó! En el vídeo han colaborado unas 200 personas, incluyendo muchos profesionales del mundo audiovisual o televisivo como Felipe Simón, Javi Jiménez, Fernando Ortí, James Muñoz y otros muchos.

- Usted, ¿de qué trasfondo religioso venía?

- Estuve 13 años en Sevilla estudiando en un colegio claretiano y mantengo las amistades que hice allí. Siempre tuve inquietudes espirituales, incluso en los momentos que estuve más lejos de la fe, o de la Iglesia. Por ejemplo, nunca he dejado de rezar por la noche. Pero han pasado muchas cosas en mi vida. En los últimos diez años, tres de mis hermanos murieron por causas de tipo cardíaco. También he vivido un distanciamiento de mi hijo, algo que me ha dañado. Y cuando me reencontré con Patricio todo eso cristalizó, de alguna manera, en un mirar hacia Arriba, y en un mirar también hacia un territorio nuevo.

- ¿Cómo ve el arte o la sociedad ahora?

- Veo en el mundo de la cultura mucha decadencia… ¡incluso técnica! Hay causas éticas y financieras para esa decadencia… y van juntas. No quiero ser ingenuo, pero me parece que estamos ante los últimos coletazos de algo que se acaba. ¿Confundo la realidad con el deseo? No lo sé, pero veo en la sociedad una falta de amor, una sequía de lo interior, de la realidad, de la verdad.

- ¿Y la religión puede cambiar esto?

- Para mí, la religión es como un manual de instrucciones de la vida, que te enseña a conectar con una Presencia. Incluso en otras religiones veo que es así. Nuestra sociedad gasta muchísimo en tecnología pero creo que es como dar una metralleta a un orangután: mucho desarrollo técnico cuando hay retroceso ético, moral y espiritual. Intuyo que hay una juventud distinta… quizá todo esto tiene que explotar, quizá en unas décadas, y esa juventud lo cambie todo, sea quien reconstruya.

- ¿Ha vuelto a los sacramentos?

- Me volví a confesar hace un año. Hacía unos 15 años que no lo hacía. Para mí fue necesario y gratificante. Creo en la oración, que es un regalo, un don, como la fe. Rezo pidiendo luz, gracia, poder distinguir lo que cambiar de lo que no, pidiendo valor, y paz, para concentrarme allí donde puedo intervenir. En lo espiritual soy bastante “free-lance”, pero los del equipo de “Hay mucha gente buena” me apoyan, me acompañan, me quieren mucho y se lo agradezco.

- ¿Qué le diría a las personas con inquietudes espirituales, pero alejadas de Dios?

- A la gente que se hace preguntas, en búsqueda espiritual, yo les diría, con cierto humor negro, que tengamos la humildad de imaginar donde acabamos todos: ¡en el cementerio! Tengamos la valentía de preguntarnos si creemos de verdad que ahí acaba todo, si no habrá algo, que no es materia, que no se pudre, que perdura. Pensemos además si nuestro rumbo, nuestras decisiones, las podemos decidir solos o si necesitamos un itinerario, unas instrucciones.

- Pero muchos le dirán que ya se tratan con Dios sin necesidad de la Iglesia...

- Lo de tener “hilo directo con Dios”, que dicen algunos, sin comunidad de fe, me parece que es soberbia. Hace falta un marco reglado. Es como quien dice: “yo no necesito a la compañía eléctrica para tener energía, yo ya tengo mi relación personal con la electricidad, con el rayo. Los funcionarios sólo me han hecho chapuzas”. Sí, pero al final necesitas a la compañía eléctrica, al final sí hay un cargo responsable que hace que todo funcione, un jefe que pone orden y hace llegar el suministro.

- Así que en la fe usted encuentra una orientación...

- La Biblia y el Evangelio tienen claves que inspiran a la sociedad, pero además el Espíritu te puede hablar a ti, personalmente, directamente, a través de la Biblia. En nuestros pensamientos a menudo hay muchos falsos ídolos. Creo en Dios, y quiero hacer las cosas bien, y quitar de mí todo lo que sobra.

- ¿Y qué pensarán sus compañeros de profesión? Usted es muy conocido en el mundo de la televisión.

- Bueno, yo nunca he sido de cócteles y estrenos, no los he frecuentado nunca. Muchos siempre me consideraron raro en la profesión y ahora alguno dirá: “yo ya sabía que este tío estaba como una cabra”.

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