Gerrit van Honthorst: El Niño Jesús en el taller de José, 1620. Museo Hermitage. |
Dios no desea una casa construida por el hombre, sino la fidelidad a su palabra, a su designio; es Dios mismo quien construye la casa, pero de piedras vivas marcadas por su Espíritu.
José es "custodio" porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad, y precisamente por eso es aún más sensible a las personas que se le han confiado, sabe cómo leer con realismo los acontecimientos, está atento a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones más sensatas.
Papa Francisco, Homilía en la Misa de comienzo del ministerio petrino, 19-III-2013.
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