"Lo que maravilla en la actitud de los Magos,es que se postraron en adoración ante un simple niño en brazos de su madre, no en el marco de un palacio real, sino en la pobreza de una cabaña en Belén (cfr. Mt 2, 11). ¿Cómo fue posible? ¿Qué convenció a los Magos de que aquel niño era "el rey de los judíos" y el rey de los pueblos? Ciertamente los persuadió la señal de la estrella, que habían visto "al salir", y que se había parado precisamente encima de donde estaba el Niño (cfr. Mt 2, 9). Pero tampoco habría bastado la estrella, si los Magos no hubieran sido personas íntimamente abiertas a la verdad. A diferencia del rey Herodes, obsesionado por sus deseos de poder y riqueza, los Magos se pusieron en camino hacia la meta de su búsqueda, y cuando la encontraron, aunque eran hombres cultos, se comportaron como los pastores de Belén: reconocieron la señal y adoraron al Niño, ofreciéndole los dones preciosos y simbólicos que habían llevado consigo."
(Benedicto XVI, Homilía en la solemnidad de la Epifanía, 6-I-2007)
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ResponderEliminarEl ser personal es un ser abierto por fuera y por dentro.
La apertura interior se prosigue por la apertura hacia dentro, que sigue a la llamada de Dios.
Los Reyes tuvieron la humildad de abrirse a la gracia.
Atentamente
Joseph Kabamba
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Ojalá que todos tengamos la humildad de abrirnos a la Gracia de Dios.
ResponderEliminar¡Saludos!