Dice el refrán que "el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra". La experiencia demuestra, que no sólo 2, sino en muchas ocasiones metemos la pata.
Los católicos tenemos la suerte de poder acudir al sacramento de la confesión siempre que nos haga falta. Instaurado por Jesucristo, sabemos que el mismo Dios nos perdona a través del sacerdote.
Me gusta imaginármelo como un padre que limpia las heridas a su hijo pequeño después de una caída, lo abraza, lo mima. ¡Y a seguir jugando!
La cuaresma es un buen momento para hacer examen de conciencia y plantearnos una puesta a punto. La paz que queda después, merece la pena el esfuerzo.
La Archidiócesis de Boston ha elaborado un vídeo donde se explican los pasos a seguir para hacer una buena confesión:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los mensajes de valientes anónimos no serán publicados en este blog.