sábado, 25 de diciembre de 2010

Jesús, el dulce, viene


Jesús, el dulce, viene...
Las noches huelen a romero...
¡Oh, qué pureza tiene
la luna en el sendero!

Palacios, catedrales,
tienden la luz de sus cristales
insomnes en la sombra dura y fría...
Mas la celeste melodía
suena fuera...
Celeste primavera
que la nieve, al pasar, blanda, deshace,
y deja atrás eterna calma...

¡Señor del cielo, nace
esta vez en mi alma!

(Juan Ramón Jiménez)

viernes, 17 de diciembre de 2010

Motivos para no legalizar la eutanasia

1- La eutanasia legal favorece una "pendiente peligrosa" en contra del derecho a la vida en otros campos.

En Holanda la eutanasia se aplica no ya a enfermos, sino simplemente a gente que no quiere vivir, como el senador socialista octogenario Brongersma, que pidió y logró ser 'finalizado' no porque estuviese enfermo o deprimido, sino porque estaba cansado de vivir. Se calcula que en Holanda se dejan morir a unos 300 bebés al año por nacer con minusvalías y hay casos (en este país rico) de negar la implantación de marcapasos a mayores de 75 años; la eutanasia favorece otras actuaciones de "eliminación de los inútiles".

2- La eutanasia empeora la relación médico-paciente e incluso la relación paciente-familiares.

¿Queda algún margen para que los enfermos, ancianos o incapacitados, sigan manteniendo aquella plena confianza en quienes, hasta ahora, tenían por obligación -casi sagrada- procurar la sanación de sus dolencias? ¿Quién impondrá a la víctima potencial el deber de confiar en su verdugo? ¿Quién podrá devolver a los enfermos holandeses su sentimiento de fiducia en la clase
médica? ¿Y cómo confiar en que el médico va a esforzarse por mi vida si mis parientes presionan en un sentido contrario?

3- La eutanasia desincentiva la inversión en cuidados paliativos y en tratamientos para el dolor.

De 1995 a 1998 Holanda apenas invirtió en cuidados paliativos; sólo a partir de 1998 ha invertido en cuidados paliativos, pero presentados siempre como una alternativa más, siendo la eutanasia la más apoyada desde las instituciones e incluso por parte de la sociedad. Se tiende a pensar que si tratar el dolor con cuidados paliativos es caro, hay que fomentar la opción barata: matar el enfermo.

4- La eutanasia pervierte la ética médica que desde Hipócrates se ha centrado en eliminar el dolor, no en eliminar el enfermo.

Los médicos insisten en que la eutanasia, como el aborto, no son actos médicos, ya que el fin de la medicina es curar, y si no se puede curar al menos mitigar el dolor, y en todo caso atender y acompañar. La eutanasia no cura nada. Los médicos que entran en una mentalidad eutanásica la incorporan a toda su visión profesional y olvidan a Hipócrates.
Como han recordado políticos italianos al hablar de la eutanasia a niños en Holanda es significativo que el primer régimen que instaura la eutanasia desde del viejo paganismo romano es la Alemania nazi... y sólo dos estados por ahora se han apuntado a la eutanasia.

5- La eutanasia no es solicitada por personas libres, sino casi siempre por personas deprimidas, mental o emocionalmente transtornadas.

¿"Piden libremente" la eutanasia los niños 'eutanasiados' en Holanda? No tienen madurez para hacer este acto en libertad. Pero muchos adultos tampoco porque lo piden con enfermedades mentales o emocionales. Cuando uno está sólo, anciano, enfermo, paralítico tras un accidente... es fácil sufrir ansiedad y depresión que llevan a querer morir.
En un país sin eutanasia, los médicos y terapeutas se esfuerzan por curar esta depresión, devolver las ganas de vivir y casi siempre tienen éxito si el entorno ayuda. Por el contrario, en un país con eutanasia, en vez de esforzarse por eliminar la depresión se tiende a eliminar al deprimido "porque lo pide".



6- La eutanasia no es un derecho humano, no está recogido en el Convenio Europeo de Derechos Humanos, por ejemplo.

Según el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en el caso de Dianne Pretty en el año 2002, no existe el derecho a procurarse la muerte, ya sea de manos de un tercero o con asistencia de autoridades públicas. El derecho a la autonomía personal no es superior al deber de los Estados de amparar la vida de los individuos bajo su jurisdicción.

7- La eutanasia, como el suicidio, es contagiosa.

Una vez una persona deprimida se suicida, otras personas deprimidas de su entorno pueden copiar su comportamiento con más facilidad. Esto es así en suicidios con o sin asistencia, lo cual incluye la eutanasia.

8- La eutanasia dificulta el trabajo de los terapeutas que trabajan con minusválidos, deprimidos, enfermos...

Las personas que ayudan a otros a vivir con una grave minusvalía o en duras circunstancias ven su trabajo saboteado por la otra opción, la eutanasia, que legalizada aparece con atractiva insistencia como una salida fácil para el enfermo.

9- La eutanasia tenderá a eliminar a los más pobres y débiles.
Como el aborto, la eutanasia tenderá a hacerse especialmente accesible y promocionada entre las clases económicamente más débiles, los grupos étnicos desfavorecidos, etc... Al desatenderse la oferta en cuidados paliativos, éstos serán un lujo sólo para gente con medios adquisitivos.

10- La eutanasia legal no impedirá las eutanasias ilegales, sino que las potenciará.

Como en el caso del aborto, aprobar una ley que permite la eutanasia "con todos los controles que haga falta" no impedirá que se extienda el fraude de ley, los permisos escritos sin examinar al paciente, la laxitud en la aplicación de la ley y el fraude de ley generalizado. El caso de Holanda demuestra que no hay control de los 2.000 casos denunciados, como ha señalado con indignación el Comité de Derechos Humanos de la ONU.

Con todo, el mejor argumento contra la eutanasia siempre será el testimonio de miles de hombres y mujeres en circunstancias dificilísimas que, apoyándose mutuamente, con la ayuda de sus valores, su familia, amigos o profesionales demuestran día a día que la dignidad del hombre les lleva a vivir y enriquecer la vida de otros.

(Fuente: forumlibertas.com)

domingo, 12 de diciembre de 2010

Ave María, dulce María


Dios Omnipotente, Todopoderoso, Sapientísimo, tenía que escoger a su Madre.


¿Tú, qué habrías hecho, si hubieras tenido que escogerla? Pienso que tú y yo habríamos escogido la que tenemos, llenándola de todas las gracias. Eso hizo Dios. Por tanto, después de la Santísima Trinidad, está María.

—Los teólogos establecen un razonamiento lógico de ese cúmulo de gracias, de ese no poder estar sujeta a satanás: convenía, Dios lo podía hacer, luego lo hizo. Es la gran prueba. La prueba más clara de que Dios rodeó a su Madre de todos los privilegios, desde el primer instante. Y así es: ¡hermosa, y pura, y limpia en alma y cuerpo!

(San Josemaría, Forja, 482)




Ave, Maria,
Dolce Maria,
nelle tue mani
prende il cuore mio.
-

viernes, 10 de diciembre de 2010

Juegos de género

Por Juan Manuel de Prada en ABC, 2.11.10

Como todos los totalitarismos que en el mundo han sido, la aspiración primordial de la ideología de género es completar una ingeniería social; esto es, disolver los vínculos naturales que forman el tejido social para, una vez convertido ese tejido en una suerte de papilla informe, sustituir tales vínculos por creaciones artificiosas que conviertan a las personas en lacayos del poder establecido.

En su proceso de deconstrucción social, la ideología de género propugna que no existen ni el sexo ni la diferencia sexual como realidades innatas al ser humano; y que sólo existen "géneros", es decir, roles adquiridos, producto de una determinada práctica social. Para cambiar tales roles, la ideología de género ha declarado batalla sin cuartel a la institución familiar, que considera el último bastión de resistencia en su programa de ingeniería social.

Y, aplicando el esquema de la lucha de clases marxista a las relaciones familiares, las presenta como relaciones conflictivas: así, el amor entre los esposos se convierte en relación de dominio, en la que florecen todo tipo de violencias y alienaciones; y, una vez convertida la vida de pareja en campo de Agramante, se pueden desarrollar "políticas de igualdad" que finjan poner coto a las violencias en el ámbito familiar (cuando lo que en realidad pretenden es engendrar dichas violencias), a la vez que "salvan" a los hijos, otorgando al Estado un falso título de legitimidad para encargarse de su educación. Así, la ideología de género se asegura el adoctrinamiento de la sociedad desde la propia infancia.

La obsesión de la ideología de género por la sexualidad de los niños es comprensible. Puesto que la diferencia sexual se considera una "alienación" impuesta desde instancias sociales represoras, el objetivo primordial debe ser combatir todo lo que perpetúa tal "alienación".

Para acabar con la diferencia sexual entre hombres y mujeres, es preciso que el sexo de conciba no como algo determinado por el nacimiento, sino como una suerte de "asignatura de libre configuración", que cada quisque elige, según la "orientación sexual" que en cada momento de su vida le pete. Así, convirtiendo la práctica sexual en una actividad meramente lúdica, se construye una nueva utopía de hedonismo que preconiza la consecución de la felicidad a través de la exaltación del deseo sexual, sin límite moral, legal o corporal alguno.

Chesterton la vislumbró hace casi un siglo, cuando auguró que no tardaría en proclamarse una nueva religión que, a la vez que exaltase la lujuria, prohibiese la fecundidad. Tal religión ya ha sido instaurada; y toda la panoplia legal desplegada en los últimos tiempos —reconfiguración de la institución matrimonial, consagración del llamado "derecho a la salud reproductiva y sexual", educación para la ciudadanía y demás flores pútridas de la ideología de género— no tiene otro afán sino otorgar cobertura jurídica a una revolución ideológica que trata de cambiar radicalmente la sociedad, moldeando la esfera interior de las personas.

En esta estrategia revolucionaria debe enmarcarse esta nueva pretensión de controlar el recreo de los niños en las escuelas, mediante el establecimiento de centinelas de género que vigilen los "protocolos de juego" y transmitan "los valores y principios adecuados". Pura y dura ingeniería social que podemos despachar con cuatro risas y cuatro bromas chuscas; pero algún día, no tardando mucho, la risa se nos congelará en la boca, en un rictus de horror. Para entonces, ya será demasiado tarde.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Dios no manda nada que no podamos soportar

Hija biológica de madre adolescente, adoptada en una familia numerosa, retada cada día por sus piernas, que no la sostienen... Miriam Fernández, a los 20 años, ha hecho realidad su sueño de sacar un disco, que está por ahora en ITunes y en las librerías San Pablo.

En él canta a la esperanza, a su padre fallecido, a las embarazadas asustadas, a la vida. Le precede un dato: 1,6 millones de reproducciones en YouTube de la canción que interpretó la noche que ganó el concurso televisivo «Tú sí que vales». Miriam ha escrito todas las letras de «Bailando bajo la lluvia», un álbum que gustará mucho a las adolescentes, con unos textos que devolverán las ganas de vivir a más de una persona asustada o triste.

-Las estadísticas dicen que la mayoría de adolescentes pierden la fe, entre los 12 y 18 años. ¿Qué les dirías?

-Sólo puedo hablar de mi experiencia. En mi vida he pasado momentos duros, como la muerte de mi padre, la de mi hermano. Son momentos de preguntarle a Dios «¿por qué?» Pero al final de todas las oscuridades siempre he visto luz, he visto que todo sirve para algo, que Dios no manda nada que no podamos soportar. Todos tenemos dones para servir a los demás. En mi disco canto: «siempre hay algo mejor por llegar». Hay momentos en que digo; «Dios, este asunto lo pongo en tus manos», y eso me da fuerza. Dios está ahí, no quiere nada malo para nadie. En esta sociedad, y a estas edades, hay que seguir creyendo.

-¿Perteneces a algún movimiento católico?

-No, a ninguno. Estuve cuatro años en un colegio del Opus Dei, y algunas cosas que aprendí allí las he llevado a mi vida. Que el trabajo hace santo, es verdad. Que hay que ser constante. También estuve en colegios de monjas, y en ellos aprendí más cosas que me sirven.

-Dicen que los de tu edad son «la generación de la música de fondo». ¿Distrae la música de lo importante?

-Sí, pero no sólo a los jóvenes. Cierta música es sólo negocio. Quisiera que mi música, aunque es movida, sirviese también para hacer silencio y reflexionar. A veces se infravalora la música, sacan a la cantante con menos ropa y buscan llegar a los jóvenes sin decir nada. Eso es un error.

-¿Qué piensas del caso de Hannah Montana, ahora tan erotizada?

-Empezó en Disney, era un modelo para niños y niñas, y la quisieron cambiar, romper con el público infantil, y pasó de ser ejemplo para niñas a llevar un corsé negro enseñando lo que no hace falta para ser cantante. Como si eso fuera lo que vende en la sociedad. Yo he dicho a mis amigos que no dejen que se me suba nada a la cabeza. Si una discográfica me ofreciese triunfar, pero sin dejarme componer mis letras y cambiándome la imagen, les diría que no.

-¿Escuchas música cristiana?

- No, escucho pop. Pero de niña cantaba en el coro de la parroquia. La música fue mi salvación en una infancia dura, cuando otros niños se reían de mí. Seguí cantando y vi que no es lo mismo cantar porque sí que hacerlo sabiendo que así ayudas a los demás.

-Has apoyado las campañas pro vida del Foro de la Familia. ¿Te ha dado problemas?

- Comentarios negativos a mis canciones en las redes sociales. «No deberías estar tan posicionada», me dicen. Pero defender la vida es una cuestión humana, no política. Digo «no al aborto», pero más aún digo «sí a la vida». Eso me cerrará algunas puertas, y quizá abra otras. Si una embarazada escucha mis canciones y le dan esperanza y eso salva a su hijo, todas las críticas me habrán dado igual.

Piernas paralizadas, voz con alas

Su madre biológica, «sin nadie a su favor», la tuvo con 17 años, y la dio en adopción con 6 meses. Ella está agradecida de no haber sido abortada, aunque tuviese parálisis cerebral. «Los médicos decían que a los 15 años no caminaría, sólo me arrastraría, pero hoy camino con ayuda de un andador», explica. Ha crecido con cinco hermanos. La muerte reciente de su padre y de uno de sus hermanos ha supuesto una prueba, pero no se rinde. Canta desde niña, ganó el concurso «Tú sí que vales» en televisión y defiende la vida siempre.

Fuente: Pablo J. Ginés en www.larazon.es

Madre


"¡Qué alegría inmensa tener por madre a María Inmaculada! Cada vez que experimentamos nuestra fragilidad y la sugestión el mal, podemos dirigirnos a Ella, y nuestro corazón recibe luz y consuelo".

(Benedicto XVI)