miércoles, 31 de octubre de 2012

La bóveda de la Capilla Sixtina cumple 500 años


Con motivo del medio milenio de la conclusión de las pinturas de la bóveda de la Capilla Sixtina, los Museos Vaticanos han editado un documental titulado Arte y Fe. Via Pulchritudinis.

Para Benedicto XVI, que el pasado día 26 asistió a una proyección de la película, "el lenguaje del arte es un lenguaje parabólico, dotado de una apertura universal: la ‘via pulchritudinis’ es un camino capaz de guiar la mente y el corazón hacia lo Eterno, de elevarlos hasta las alturas de Dios". 



El diario Abc nos ofrece esta galería fotográfica pra poder disfrutar mejor los frescos de Miguel Ángel Buonarroti.

domingo, 28 de octubre de 2012

Deshaciendo historia

Para los anales históricos: tal día como hoy, en 1988 Francia autoriza la píldora abortiva. Guillotina del siglo XXI, que no distingue entre testas reales o plebeyas. Genocidio a la carta. Hoy, algunas ciencias retrasan que es una barbaridad.



 

viernes, 26 de octubre de 2012

Arte


Byam Shaw: El Confortador, 1897.
"(...) el arte siempre consuela, es el consuelo de Dios para aliviar los males de los hombres."
Rosa Mª Echeverría, El palacio de los vientos

miércoles, 17 de octubre de 2012

Cicatriz eterna en el corazón

El escritor chino Mo Yan, recientemente galardonado con el Premio Nobel de Literatura, es un agudo crítico de la política del hijo único en su país de la que también fue víctima. Arrepentido por haber hecho que su esposa abortara en su segundo embarazo, confesó hace un tiempo que "esto se ha convertido en una cicatriz eterna en lo más profundo de mi corazón".

LifeNews recuerda una entrevista que concedió en el año 2010 el escritor de China a la cadena de televisión de Hong Kong, Phoenix TV. En aquella oportunidad, Mo Yan dijo que "personalmente creo que la política del hijo único es una mala política. Si no existiese, yo habría tenido dos o tres hijos".

Mo Yan recuerda que cuando era miembro del ejército fue promovido al rango de oficial y cuenta el caso de otro que perdió su rango por haber tenido un segundo hijo: "tenía recibir el mismo castigo, así que elegí no tener otro hijo".
"Si no hubiera sido por mi ambición egoísta, habría dejado a mi esposa tener un segundo e incluso un tercer bebé. Usé un argumento muy racional para convencerla de que necesitábamos abortar al bebé: teníamos que seguir la política del partido y la política de la nación".

Mo Yan confesaba arrepentido del aborto de su segundo hijo que "esto se ha convertido en una cicatriz eterna en lo más profundo de mi corazón… se convirtió en una enorme sombra en mi corazón".

Chai Ling de la organización pro-vida All Girls Allowed (Todas las niñas permitidas) señaló que "espero que la postura crítica de Mo Yan a la política del hijo único ayude a otros a ver su rol en el homicidio por género. Es el desafío más grande de las niñas en China. Todos los días la política prosigue y otras 3.000 niñas son eliminadas en los abortos selectivos, con el infanticidio o el abandono".

Guan Moye tiene 57 años de edad y es el nombre verdadero de Mo Yan. Este seudónimo significa "no hables". Sobre la obtención del Nobel dijo que "ganar no representa nada" y que seguirá "centrado en la creación de nuevas obras".

Fuente: aciprensa.com

martes, 16 de octubre de 2012

El sol de octubre

William Clarke Rice: Octubre, (Ilustración para Harpers-Magazine), 1903

El sol de octubre ciñe
al paisaje maduro.
Otorga a lo que vive
su plenitud de fruto.

El aire se hace de oro,
se enjoya de susurros,
panal de los dulzores,
reino del ritmo puro,

melodía de flauta
que derrumba lo oscuro,
entra por la ventana,
dibuja desde el júbilo

seres con sosegada
vocación de desnudo,
criaturas del gozo
que llegan desde el otro mundo.

(José Hierro)

lunes, 15 de octubre de 2012

Teresa de Ávila

Bernini: Éxtasis de santa Teresa

Sobre aquellas palabras "Dilectus meus mihi"

Ya toda me entregué y di,
y de tal suerte he trocado,
que es mi Amado para mí,
y yo soy para mi Amado.

Cuando el dulce Cazador
me tiró y dejó rendida,
en los brazos del amor
mi alma quedó caída,
y cobrando nueva vida
de tal manera he trocado,
que es mi Amado para mí,
y yo soy para mi Amado.

Hirióme con una flecha
enherbolada de amor,
y mi alma quedó hecha
una con su Criador;
ya yo no quiero otro amor,
pues a mi Dios me he entregado,
y mi Amado es para mí,
y yo soy para mi amado.

(Santa Teresa de Jesús)

 

viernes, 12 de octubre de 2012

Goya y la Virgen del Pilar

Las exposiciones y los estudios especializados, de las últimas décadas, han revalorizado el papel de Francisco de Goya (1746-1828) como pintor religioso, faceta habitualmente reducida a los tópicos de obras inmaduras de juventud y encargos de puro compromiso. Dicha percepción del artista se complementa con la imagen de un Goya anticlerical, que serviría para confirmar que la pintura religiosa goyesca es de segundo orden. Sin embargo, las raíces del pintor aragonés no avalan esta visión.

Fue en el colegio de los Escolapios de Zaragoza, en la actual calle del conde de Aranda, donde el joven Francisco mostró predisposición por el dibujo e interés por el arte, y a esto se sumó el ejemplo de su padre, José, maestro dorador, un auténtico experto con el encargo de controlar la calidad de los dorados de las imágenes de la basílica del Pilar, que, a mediados del siglo XVIII, seguía siendo un edificio en construcción, necesitado de pintores y artesanos.

La familia formada por José Goya, Engracia Lucientes y sus cinco hijos vivía en la plaza de la Mantería, junto al Coso zaragozano, no muy alejado de la gran basílica mariana. Frecuentes eran los desplazamientos del padre al Pilar, y en ocasiones debió de acompañarlo el perspicaz Francisco. Allí contemplaría el triunfo de un estilo artístico, muy influido por el barroco italiano, con elegantes composiciones en las que primaban los detalles de la puesta en escena. Era el estilo que el joven Goya asumiría en el fresco Los ángeles adorando el nombre de Dios, pintado para el coreto del Pilar en 1772. Sin embargo, poco tiene que ver con la bóveda Regina Martyrum, que le encargaron en 1780 y que obligó al pintor a regresar a Zaragoza desde Madrid, donde había encontrado trabajo en la corte de Carlos III, por mediación del conde de Floridablanca.


Por entonces, el artista, que ya no disponía de casa en la capital aragonesa, escribía a su amigo y compañero de colegio, Martín Zapater, para encomendarle la búsqueda de una vivienda. Con gran sencillez, Goya describe el mobiliario que necesitaba, pues se conformaba con «una estampa de Nuestra Señora de Pilar, una mesa, cinco sillas, una sartén, una bota y un tiple, asador y candil. Todo lo demás es superfluo». Había vuelto a su ciudad para pintar una bóveda donde estarían representados santos mártires, en su mayoría aragoneses, presididos todos ellos por la gloria de la que es Reina de los mártires. Vemos en escena a san Lorenzo, san Valero, san Vicente, santa Engracia, santo Dominguito de Val, o san Pedro Arbués, junto a san Esteban, el primer mártir, y los apóstoles san Pedro y san Pablo. Sin embargo, la obra no gustará a los canónigos que la habían encargado. Acaso esperaban algo más académico, los habituales rostros casi inexpresivos del neoclasicismo vigente, y, en su lugar, Goya había desatado una apoteosis del color y la luz, iluminadores de los rostros de los mártires, llenos de la alegría y serenidad de quienes son conducidos por la Madre de Cristo al Paraíso.

 El rechazo de su trabajo causó a Goya una profunda desilusión, la que confirma que nadie es profeta en su tierra, si bien el tiempo acabaría poniendo las cosas en su sitio. Con todo, en otra carta, fechada en Madrid el 20 de octubre de 1781, el pintor pedía a su amigo Zapater que rezara por él a la Virgen del Pilar, porque «tengo muchas ganas de trabajar y, sin embargo, recibo muchos trabajos que me aburren».

La sensibilidad artística y religiosa presente en la bóveda del Pilar, contrasta con el tópico de un Goya seco y rudo. Llama la atención de que, hacia 1771, pintara un óleo en el que se representa a la Virgen del Pilar rodeada de ángeles, un cuadro, no de encargo, sino destinado a la devoción familiar, en el que el convencionalismo rococó tiene vocación de ser superado por los ricos matices cromáticos y de luz. Esta obra demuestra que el pintor era receptivo a las devociones vividas desde niño, sin dejar de ser un hombre sabio e ingenioso, conocedor de las corrientes culturales del momento. Hijo de un modesto artesano, le tocó codearse con la nobleza, aunque nunca compartió con ella esas modas e ideas de París que pretendían arrinconar la religiosidad y la sabiduría populares, consideradas arcaicas. Conviene recordar que Goya nunca fue un ilustrado escéptico a la francesa, y su anticlericalismo debió de ser, ante todo, un reproche, a menudo amargo, de la incoherencia entre la fe y la vida.

Antonio R. Rubio Plo en alfayomega.es

lunes, 8 de octubre de 2012

Morricone explica como su fe se hace música

Fuente:  http://www.religionenlibertad.com/

Con motivo de esta gira ha decidido recuperar una partitura que lleva en el cajón 48 años. Se titula La Biblia.

La noticia saltaba allá por el mes de agosto: el maestro compositor italiano Ennio Morricone -conocido por las memorables bandas sonoras de los “spaghetti western” de los años sesenta, pero sobre todo por las de películas inolvidables como “La Misión”, “Los intocables”, “Cinema Paradiso”, o “El clan de los sicilianos”- prepara la partitura de un gran musical internacional sobre la figura de Juan Pablo II que se estrenará en 2013 y que cuenta con el apoyo entusiasta del cardenal y arzobispo de Cracovia, Stanislao Dziwisz

Mi fe contribuye en mi música

Morricone siempre ha reconocido públicamente su fe: “Cuando tengo que escribir una pieza religiosa, ciertamente mi fe contribuye a ello. Hay una espiritualidad que siempre permanece en mi composición», explica el compositor, diplomado en el Conservatorio romano de Santa Cecilia con el profesor Goffredo Petrassi: “La espiritualidad presente en sus partituras me ha marcado siempre, aunque yo nunca me he considerado un compositor solo místico-sacro”, sostiene. 

Haciendo repaso de su trayectoria musical, Morricone cree “haber tocado al máximo lo sagrado cuando he relatado el alma del hombre en las series de televisión sobre Juan XXIII y Juan Pablo II, pero también en las películas de Sergio Leone, donde además de violencia, hay siempre esperanza. Una esperanza que siempre he incluido implícitamente en todas mis partituras”, reconoce. 
Un balance artístico que parte de una certeza, explica Morricone: “la de haber recibido la gracia del talento y haber tenido la fortuna de estudiar música”. “Un intercambio de emociones”. 

Después de haber escrito la partitura de casi 500 filmes y trabajado con los principales directores, (Leone, Bertolucci, Brian De Palma, Tornatore, Polanski, Tarantino…), a sus 84 años, Ennio Morricone sigue en plena ebullición profesional y se ha embarcado en una gira que celebra sus diez años de conciertos en directo por todo el mundo: “Siempre había dirigido mis músicas, pero solo en el estudio de grabación. Hace diez años me pidieron que las dirigiera en un concierto”, explica en una entrevista al diario italiano Avvenire. Desde entonces, el maestro ha llevado sus bandas sonoras al Teatro de la Scala, al Royal Albert Hall, a la Asamblea General de la ONU en Nueva York o la mismísima Plaza de Tiananmen en Pekín. “Cada vez que me he subido al estrado no he podido dejar de llevar al atril la suite de la música para la película La Misión, explica Morricone, que con la memoria vuelve al 28 de septiembre de 2002, cuando, en la Arena de Verona comenzó su aventura de conciertos en directo: “Dirigir en el teatro mis músicas me ha producido un extraño efecto: acostumbrado a escuchar las notas por los cascos, en directo me he encontrado de pronto oyéndolas junto al público que respiraba tras de mí, en un intercambio de emociones continuo”, relata. 

Un inédito sobre el Antiguo Testamento 

Con motivo de esta gira ha decidido recuperar una partitura que lleva en el cajón 48 años. Se titula La Biblia: “Son quince minutos de música inédita. Hace muchos años me pidieron una maqueta para una película sobre el Antiguo Testamento: la música les gustó mucho, pero, por elección del productor, la película nunca se llegó a rodar”. 
El compositor la ha recuperado y la ha convertido en un fresco en dos cuadros: “La creación y la Torre de Babel para orquesta y coro: si en la primera parte, el relato es confiado a los instrumentos, en la segunda las voces cantan un texto en hebreo”, explica el galardonado compositor, que, entre otros, cuenta con el Premio Honorífico de la Academia, cinco nominaciones al Óscar, cinco Baftas y un Grammy

En la tierra de Juan Pablo II  

Satisfacciones profesionales ha tenido muchas, empezando por los Óscar, pero, “nunca he tenido tiempo de disfrutarlas porque siempre he trabajado mirando hacia delante. He tenido también momentos de profunda crisis superados gracias a la confianza en las capacidades y el talento que me han sido dados”. Y también hoy, en el umbral de los 84 años, -los cumplirá el próximo 10 de noviembre con un concierto en Milán- , su ritmo de vida no ha cambiado: “Me levanto muy pronto, sobre las cuatro y media de la madrugada. Hago gimnasia, leo los periódicos, y a las ocho y media ya estoy trabajando”. 

 Sobre la mesa tiene la banda sonora para el próximo film de Giuseppe Tornatore, La migliore offerta. Pero me espera un viaje a Polonia donde me darán un premio: a la tierra del beato Juan Pablo II llevaré Tra cielo e terra, una página dedicada al papa polaco». 

La figura de Karol Wojtyla ya ha sido llevada a los escenarios con musicales anteriores, como el titulado.
No tengáis miedo, visto por más de 21.000 personas en España y representado el pasado 5 de agosto en Polonia, y el rockero Wojtyla Generation, centrado en historias de jóvenes que vivieron bajo su pontificado y lo siguieron durante las Jornadas Mundiales de la Juventud, dirigido por Raffaele Avallone, estrenado en Polonia en el año 2009 y representado en la pasada JMJ Madrid 2011.


sábado, 6 de octubre de 2012

Octubre, mes del Rosario

Beatrice Offor: El Rosario.
Celebraremos la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, y es como si, cada año, la Virgen nos invitase a descubrir de nuevo la belleza de esta oración, sencilla y profunda". 
Juan Pablo II fue "un gran apóstol del Rosario". (Carta apostólica "Rosarium Virginis Mariae", que dedicó a esta oración). 

"El Rosario es una oración contemplativa y cristocéntrica, inseparable de la meditación de la Sagrada Escritura. Es la plegaria del cristiano que avanza en la peregrinación de la fe, siguiendo a Jesús, precedido por María". 

(Benedicto XVI, Castelgandolfo, 5 de octubre de 2006).