Bernini: Éxtasis de santa Teresa |
Sobre aquellas palabras "Dilectus meus mihi"
Ya toda me entregué y di,
y de tal suerte he trocado,
que es mi Amado para mí,
y yo soy para mi Amado.
Cuando el dulce Cazador
me tiró y dejó rendida,
en los brazos del amor
mi alma quedó caída,
y cobrando nueva vida
de tal manera he trocado,
que es mi Amado para mí,
y yo soy para mi Amado.
Hirióme con una flecha
enherbolada de amor,
y mi alma quedó hecha
una con su Criador;
ya yo no quiero otro amor,
pues a mi Dios me he entregado,
y mi Amado es para mí,
y yo soy para mi amado.
Ya toda me entregué y di,
y de tal suerte he trocado,
que es mi Amado para mí,
y yo soy para mi Amado.
Cuando el dulce Cazador
me tiró y dejó rendida,
en los brazos del amor
mi alma quedó caída,
y cobrando nueva vida
de tal manera he trocado,
que es mi Amado para mí,
y yo soy para mi Amado.
Hirióme con una flecha
enherbolada de amor,
y mi alma quedó hecha
una con su Criador;
ya yo no quiero otro amor,
pues a mi Dios me he entregado,
y mi Amado es para mí,
y yo soy para mi amado.
(Santa Teresa de Jesús)
Qué bonito es, el poema y la escultura.
ResponderEliminarSiempre pensé que esa obra de Bernini es perfecta. San Teresa está atravesada de Amor, llena de Amor, en paz con el Amor.
En mi viaje de novios pasamos por Roma y no me la perdí...tenía que verla con estos ojos míos.
Un abrazo!
Perfección es la palabra que define la obra de Bernini. También la vi en Roma, y me desbordó. No sé cuánto tiempo me quedé contemplándola...
EliminarGracias por tu visita, Clo.