Grata
la voz del agua
a
quien abrumaron negras arenas,
grato
a la mano cóncava
el
mármol circular de la columna,
gratos
los finos laberintos del agua
entre
los limoneros,
grata
la música del zéjel,
grato
el amor y grata la plegaria
dirigida
a un Dios que está solo,
grato
el jazmín.
Vano
el alfanje
ante
las largas lanzas de los muchos,
vano
ser el mejor.
Grato
sentir o presentir, rey doliente,
que
tus dulzuras son adioses,
que te
será negada la llave,
que la
cruz del infiel borrará la luna,
que la
tarde que miras es la última.
Jorge
Luis Borges, 1976
Manuel Gómez Moreno: Salida de la Alhambra de Boabdil, 1880. |
Que ganas tengo de ver ese famoso atardecer que se ve desde ella.
ResponderEliminar¡¡¡¿Cómo?!!! No puedo creer que no conozcas il tramonto granadino. ¡Vaya con el cordobés!
EliminarPues ya sabes.
"Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre" le dijo a Boabdil su madre cuando suspiraba por la pérdida de Granada y es que La Alhambra, Granada toda, es casi un paraíso. Un saludo.
ResponderEliminarCasí, no: Granada es el PARAÍSO.
EliminarSaludos, dlt.