La mistra Aído pasará a la historia por dos o tres cosas tristes. La más triste, por conseguir el aborto libre. No quisiera estar en su piel. Me da pena, mucha pena. De ella y del reguero de sangre que deja a su paso.
Pido una oración por ella. Rezamos por los niños abortados, por las madres que abortan. Desde aquí hago una llamada a rezar por Bibiana y sus asesores.
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