miércoles, 14 de julio de 2010

Temores en el favor


Cuando en mis manos, Rey eterno, os miro
y la cándida víctima levanto,
de mi atrevida indignidad me espanto
y la piedad de vuestro pecho admiro.

Tal vez el alma con temor retiro,
tal vez la doy al amoroso llanto,
que arrepentido de ofenderos tanto
con ansias temo y con dolor suspiro.

Volved los ojos a mirarme humanos,
que por las sendas de mi error siniestras
me despeñaron pensamientos vanos;

no sean tantas las miserias nuestras
que a quien os tuvo en sus indignas manos
Vos le dejéis de las divinas vuestras.

(Lope de Vega)

2 comentarios:

  1. Precioso poema de Lope de Vega.
    Infinita unión de Dios con sus criaturas, y que al hacerse como nosotros, quiso de esa forma vivir nuestra propia existencia terrenal, con nuestras alegrías y tristezas, a la vez que, en su infinita locura de Amor, nos dejó señalado el camino para llegar al verde prado para recostarnos y descansar en su brazos por toda la eternidad.
    Un saludo muy cordial.

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  2. muy lindo poema! y mejor imagen.. me encanta esa antigua imagen de Dios Padre :)

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