Cuando en mis manos, Rey eterno, os miro
y la cándida víctima levanto,
de mi atrevida indignidad me espanto
y la piedad de vuestro pecho admiro.
Tal vez el alma con temor retiro,
tal vez la doy al amoroso llanto,
que arrepentido de ofenderos tanto
con ansias temo y con dolor suspiro.
Volved los ojos a mirarme humanos,
que por las sendas de mi error siniestras
me despeñaron pensamientos vanos;
no sean tantas las miserias nuestras
que a quien os tuvo en sus indignas manos
Vos le dejéis de las divinas vuestras.
(Lope de Vega)
Precioso poema de Lope de Vega.
ResponderEliminarInfinita unión de Dios con sus criaturas, y que al hacerse como nosotros, quiso de esa forma vivir nuestra propia existencia terrenal, con nuestras alegrías y tristezas, a la vez que, en su infinita locura de Amor, nos dejó señalado el camino para llegar al verde prado para recostarnos y descansar en su brazos por toda la eternidad.
Un saludo muy cordial.
muy lindo poema! y mejor imagen.. me encanta esa antigua imagen de Dios Padre :)
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