miércoles, 25 de febrero de 2009

Otro soneto

Esta vez de Fray Miguel de Guevara. Porque hoy, los católicos celebramos el Miércoles de Ceniza, comienzo de la Cuaresma.



No me mueve mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido;
ni me mueve el infiero tan temido,
para dejar, por eso, de ofenderte.



Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.


Muéveme, en fin, tu amor de tal manera
que aunque no hubiera cielo yo te amara,
y aunque no hubiera infierno te temiera



no me tienes que dar porque te quiera,
porque aunque lo que espero no esperara
lo mismo que te quiero te quisiera.

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