El pasado sábado, 12 de junio, Monseñor Angelo Amato (Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos) beatificaba a Manuel Lozano Garrido,-Lolo- en Linares, pueblo natal de Lolo, en la provincia de Jaén.
Lolo fue un joven que a los 22 años enfermó de parálisis, que le hizo acabar en silla de ruedas. También perdió la vista, permaneciendo ciego sus últimos 9 años de vida.
La inmovilidad que le ata a la silla de ruedas, no le impide ejercer su profesión de periodista y escritor. Católico comprometido, creó una Obra Pía, Sinaí, para rezar por los periodistas y medios de comunicación.
Trabajador infatigable, hizo de su vida un ejemplo de corredención.
Para conocer más datos de su vida, aconsejo esta web: http://www.beatificaciondelolo.es/
Hace años que leí las siguientes palabras de Lolo, y que releo y medito casi a diario. Me conmueve su delicadeza, su finura de alma y el modo poético de captar el sentido del dolor. La aceptación de la cruz como un auténtico regalo de Dios al hombre:
“Desde que la plantaste a mitad de camino entre la divinidad y el barro de los hombres, la cruz es la confluencia y encrucijada de amor. Lo que Tú cargaste de más de nuestro calibre de criaturas, nosotros podemos tomarlo de tu parcela de Dios”
“Tengo conciencia, y lo grito, de mi naturaleza de barro, tan cerca de la hormiga, pero quiero airear ese injerto de sobrenaturalidad y esperanza que nos ha cosido a la Redención.”“El dolor es una llamada tuya y un privilegio que canta en nuestra vida con la bravura de un río joven. Señor, gracias por la distinción de tu mirada, por la promoción de nuestras vidas al área redentora”.“Lo que vale, lo que nos pone de rodillas, sobrecogidos de misterio, es esa emoción de comprobar una por una tus pisadas y sentir que es nuestra sandalia la que se puede amoldar a tu huella; desmenuzar tus peripecias de condenado a muerte, el cargo de la cruz, las caídas o el despojo y hallarlas paralelas en los matices dolorosos o en la enfermedad de unas criaturas corrientes y molientes; incluso ese gemelismo de purificación del mundo. De borrón de cuentas, de salvación de los hombres que nos traspasan el caudal y la potencia de tu condición divina”.
Es increíble la fuerza de superación de este hombre. Se nota que Dios estaba con él. tenía una forma de escribir muy poética. Gracias por esta entrada.
ResponderEliminarOjalá invite a muchos periodistas a conocerle y surga un interrogante en cada uno de ellos. Hace unos años leía también la vida de uno que había sido asesinado en un país con un conflicto bélico. Nadie habló de su fe y en cambio él sí lo hacía hablando de la vocación periodística. Lástima que no recuerdo quién es. ¿Tu lo sabes? Un beso
ResponderEliminarHombre Lirio tú por aquí. Un abrazo para tí