Es el texto del sms que hace 4 años aparecía en los móviles de medio Madrid. Habíamos quedado en que todos los jóvenes nos reuniríamos en Colón en cuanto nos llegase la noticia de que el Papa se iba al Cielo. Mientras, en muchas ventanas de la ciudad se podían ver velas encendidas.
En casa, recibimos el sms todas a la vez, y a Colón que nos fuimos sin pensarlo. Lo que aquella noche vivimos allí es difícil explicarlo. No sé los miles que estábamos, de todas las edades. Cantando, gritando: "Se nota, se siente: Juan Pablo está presente". Y os aseguro que lo estaba, más que nunca. Allí estuvimos 2 ó 3 horas, celebrando su llegada al Cielo. Como siempre, arrastraba. Ya sabéis de su poder de convocatoria. A veces caían lágrimas. Pero de alegría. Muchos no nos conocíamos, pero éramos como una gran familia. "La generación Juan Pablo". De pronto alguien que no conocías, se acercaba y decía: ¿Rezamos un rosario? Y se formaba un grupo de gente que seguía el rezo del rosario. Otros cantaban, agitaban sus banderas.
Creo que hasta Colón se sumó a la fiesta.
La vuelta a casa, en silencio. Fue tal el cúmulo de emociones, que éramos incapaces de articular palabra.
Sí, fue una noche de paz. Y quién no supiese lo que era la "comunión de los santos", seguro que aquel día lo descubrió.
En casa, recibimos el sms todas a la vez, y a Colón que nos fuimos sin pensarlo. Lo que aquella noche vivimos allí es difícil explicarlo. No sé los miles que estábamos, de todas las edades. Cantando, gritando: "Se nota, se siente: Juan Pablo está presente". Y os aseguro que lo estaba, más que nunca. Allí estuvimos 2 ó 3 horas, celebrando su llegada al Cielo. Como siempre, arrastraba. Ya sabéis de su poder de convocatoria. A veces caían lágrimas. Pero de alegría. Muchos no nos conocíamos, pero éramos como una gran familia. "La generación Juan Pablo". De pronto alguien que no conocías, se acercaba y decía: ¿Rezamos un rosario? Y se formaba un grupo de gente que seguía el rezo del rosario. Otros cantaban, agitaban sus banderas.
Creo que hasta Colón se sumó a la fiesta.
La vuelta a casa, en silencio. Fue tal el cúmulo de emociones, que éramos incapaces de articular palabra.
Sí, fue una noche de paz. Y quién no supiese lo que era la "comunión de los santos", seguro que aquel día lo descubrió.
¡Hala,¿esa vidriera de la Virgen dándole un abrazo?! No la conocía.
ResponderEliminarHum... ¿Quién hubiera estado allí?
Yo también me he referido en alguna ocasión a que los que ahora vamos siendo un poco mayores fuimos en su día los jóvenes de Juan Pablo II. Y eso es una responsabilidad. ¿Cuántas veces nos dijo "no tengáis miedo"? No las conté.
Me encanta esa foto en la que está pasándole la cruz a Ratzinger. Es de lo más simbólico.
¿A que es fantástica la vidriera? No tengo ni idea de donde es ni donde se encuentra.
ResponderEliminarFíjate, yo también creía que era Juan Pablo quien le pasaba la cruz a Ratzinger; pero me he fijado bien, y creo que es que Ratzinger quien se la da a besar a Juan Pablo. Supongo que es una imagen de los oficios del Viernes Santo.
Un abrazo.